Antes de ser un orgulloso representante de la comunidad LGTB+, Ricky Martin se labró una carrera artística en la que jugó con una imagen de símbolo sexual asociada a múltiples relaciones con mujeres.
El cantante y actor mantenía oculta su homosexualidad por el temor de que hacer pública su orientación podía arruinar su carrera.
Sorprendentemente, mientras su equipo lo alentaba a no salir del clóset, fue su papá, Enrique, quien lo alentó a ser transparente consigo mismo y de cara al mundo: “Cuando me convertí en padre, me dijo: ‘¿Qué vas a enseñar a tus hijos? ¿a mentir?’”.
Así se lo reveló el puertorriqueño al conductor radial Andy Cohen, en Estados Unidos, contando que su padre, que es psicólogo, le recomendó “ser abierto” y se ofreció a ayudarlo en el proceso.
Por sus hijos
Martin admitió que en un comienzo se sintió algo abrumado y que le dijo que necesitaba un tiempo para pensar cómo hacerlo.
El momento llegó en 2010, cuando publicó un comunicado en su sitio web y sus redes sociales admitiendo públicamente su homosexualidad. Haciendo eco de los argumentos de su papá, el artista expresó en esa instancia que su principal motivación para reconocer que era gay eran sus hijos, los gemelos Matteo y Valentino, nacidos en 2008.
En la entrevista con Cohen el intérprete de Livin’ La Vida Loca asegura que dar a conocer ese comunicado fue algo “increíble” y que volvería a hacer sin dudarlo. Y agregó: “Hoy acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida. ¡Me siento bendecido de ser quien soy!”.
Desde entonces, Ricky Martin tuvo dos hijos más, se casó y separó de un hombre y ha presentado a su familia al mundo.