En el preciso momento en que se anunciaron los regresos de Lady Gaga y Katy Perry, la expectación en el mundo de la música pop fluyó enormemente. Dos de las grandes figuras que emergieron a finales de la década pasada regresaban tras una pausa, no tan larga como se da en otros géneros musicales, y como era de esperar, al lanzar fechas similares, una rivalidad se acrecentó de forma evidente.
Lo curioso es que esta suerte de rivalidad ha sido alimentada por las fanbases de ambas, en una suerte de contraposición de dos formas de hacer pop. Mientras Gaga representa de forma auto-referencial un intento de estilizar el pop en todas sus facetas (lo que le ha traído inevitables comparaciones con otra que cargó con el mismo tema hace un par de décadas atrás, Madonna), Perry representa lo simple y generalmente alegre del pop, pero no por ello descuidado.
Coincidamos en algo evidente: ambas tienen un target diferente, pero no por ello consumen cosas tan opuestas estos seguidores. Si bien el single de Gaga, «Applausse», suena una especie de híbrido entre la corriente de euro-dance y el pop que han ido cultivando en estados unidos particularmente, no guarda una distancia tan neta de «Roar», de Perry, una especie de pop más limpio, no tan sobrecargado, con claras referencias a artistas de pop indie, pero llevado a un contexto más masivo y radial. En el fondo, son dos visiones de pop, pero aunque suene redundante, a fin de cuentas ambas igual son pop.
El target es diferente eso sí. Gaga apunta a un público evidente, lo que la hace generar expectativas que pueden ser un arma de doble filo, mientras Perry parece no haberse etiquetado en nada, lo que a la larga es un enorme beneficio, puesto que no carga con una presión a espaldas, tan sólo trae la música como arma. Sin embargo, ninguna propuesta le quita validez a la otra.
Los charts estuvieron extremadamente parejos con respecto a este lanzamiento. Si bien la que ha venido un tanto a la baja ha sido la interprete de «Born This Way», tampoco se puede decir que la victoria de Perry haya sido tan aplastante, de hecho es circunstancial en un contexto global, teniendo en estados unidos el despegue más significativo entre ambas. Y aún queda mucho por decir en este versus, teniendo dos grandes estaciones más: los VMA, y los lanzamientos de los discos de ambas. Aún así no tienen el panorama tan despejado ambas, porque no sólo ellas dos tienen agendados regresos en lo que queda de 2013. Justin Timberlake, y aparentemente Rihanna, Beyoncé y Britney Spears vienen a la carga. Más allá de cualquier rivalidad, los únicos que salen ganando son los espectadores.
Vale señalar algo eso sí: esta rivalidad se intensificó debido a que Gaga adelantó el single (¿motivada por el sello?), teniendo la dura competencia de Perry. ¿Serían las cosas distintas si no hubiese hecho eso? Quizás. Lo claro es que para los seguidores del pop, y los que están mirando todo esto de forma imparcial, se vienen sabrosos meses. La punta de lanza será, como anteriormente dije, los VMA, pero por mucho que intenten y puedan parecer polos opuestos, lo de Gaga y Perry no difiere tanto en el fondo, sólo en la forma. ¿quién saldrá ganando? Sólo el tiempo lo dirá.