El músico de 72 años se enfrentó a una peligrosa complicación médica, tras ser internado por un desgarro producido en sus glúteos a raíz de trabajo hogareño, el cual develó otras complicaciones que sufriría el artista.
Una semana después, el icónico guitarrista de Queen, Brian May, seguía con un fuerte malestar, lo que lo llevó a hacerse una resonancia magnética de su columna vertebral, la cual reveló un nervio ciático comprimido, el que según dijo el artista, estaba «severamente comprimido y es por eso que tuve la sensación de que alguien me estaba poniendo un destornillador en la espalda».
Lamentablemente, sus problemas no terminaron ahí, puesto que tras realizarse más pruebas en el recinto médico, los especialistas pudieron percatarse de que el músico se encontraba con tres arterias bloqueadas, lo que le desató un dolor de pecho durante 40 minutos: «En medio de toda la saga de dolor, sufría un pequeño ataque al corazón».
«Tenía tres arterias que estaban congestionadas y en peligro de bloquear el suministro de sangre a mi corazón (…) No tenía ni idea de que estaba en riesgo, podría haber muerto», agregó May.
Finalmente, el artista reveló que ya se encuentra recuperado y se tomó la situación con humor: «Bueno, creo que 50 años de aquí para allá con una correa colgada del hombro izquierdo llevando un guitarra pesada colgada podría haber tenido algo que ver. ¡Pero probablemente todo valió la pena!».