El notero se encontraba realizando un despacho en medio de una protesta, momento en que conversó con las personas que transitaban por el lugar, pero tuvo que interrumpir su actividad debido a un ataque no televisado.
De esta forma, Simón Oliveros se encontraba intercambiando palabras con un transeúnte que se identificó como Antonio, quien expresó: «Siento que hay respeto, siento que hay lucha, siento que hay pasión, siento que hay ganas. Chile se está convirtiendo en un país de viejos y yo estoy contento porque los jóvenes están arrasando».
Estas palabras fueron cortadas para mostrar imágenes de otros puntos de la ciudad, y cuando intentaron regresar con él, se vieron impedidos porque Oliveros había sido atacado con pintura por un manifestante, quien huyó del lugar tras mancharlo.
El periodista decidió abandonar el lugar para evitar futuros problemas, pero decidió aclarar el mal entendido: «No vayan a pensar otra cosa, pero es pintura no más. Fue alguien que claramente no no estaba escuchando (…) Me da lata, pero si esto le hubiese pasado a otra persona, le pudo haber afectado psicológicamente, pero soy más fuerte».