Fue durante la cobertura de los canales pertenecientes a Turner que Marinela Estrada enfrentó una de las situaciones más difíciles de su carrera como comunicadora. Durante dos despachos sufrió el acoso de parte de dos hombres frente a la cámara.
Todo esto ocurrió mientras realizaba un enlace desde las fondas del Estadio Nacional. En primera instancia, fue un joven quien desde atrás se acercó y la besó en la mejilla, mientras que horas más tarde, desde la fonda «La Fonda de Papel», uno de sus funcionarios la tomó de manera indebida para «llevársela».
A días de lo ocurrido, y a través de su cuenta de Instagram, Estrada pudo reflexionar sobre la situación de acoso que enfrentó: «Ya ahora más tranquila quería agradecer los infinitos mensajes de apoyo de mujeres y hombres que comprenden que estas cosas no deben pasar. Estamos avanzando como sociedad al entender esto».
Sin embargo, también enfrentó la otra cara de la moneda, puesto que «muchas personas criticaron diciendo por qué no actúe de otra manera en ese momento».
«No se imaginan lo difícil que es pararse frente a una cámara, decir cosas coherentes y que llegue alguien que no conoces, por tu espalda a darte un beso mientras estás al aire y sabes que hay personas que te están viendo al otro lado, son mil cosas las que pasan por tu cabeza», sostuvo.
A pesar de todo, aseguró que «esto no es culpa de nadie. No sé si alguien está ‘preparado’ para enfrentar una situación así frente y tras de cámara. ¿Y saben? No tendríamos por qué estarlo, ya que simplemente estas cosas NO deberían pasar. Nosotros no somos el problema, el problema son esas personas que creen que ir a darle un beso a una periodista mientras está al aire es gracioso».
«De aquí quiero sacar dos reflexiones… La primera es que ninguna persona se debe sentir con el derecho de transgredir tu espacio personal sin tu consentimiento. Ninguna mujer debería ir con miedo a una fonda, a una fiesta o a donde sea. Lo segundo es que ninguna persona crea que acercarse a agredir, insultar o acosar a un/a periodista que está haciendo su trabajo en la calle es gracioso, es correcto o lo que sea que se les pase por la cabeza a la hora de hacer algo así. Nosotros estamos trabajando igual que cualquier persona. Si tiene algo que decir lo puede hacer, para eso estamos en un país libre. Pero sin agresiones, sin insultos, sin acoso. Todas y todos merecemos respeto», manifestó.
Por último, aclaró que «he seguido trabajando con todas las ganas que siempre le pongo día a día a esto que me encanta hacer. Gracias infinitas y fin del tema».