Este martes se vivió un nuevo «congelado» en el reality show de Chilevisión. En la clásica actividad de «Gran Hermano» los participantes no se pueden mover mientras entran visitas a la casa más famosa del mundo. Durante la tarde entró Carlyn Romero y, en la noche, Titi Magrini, la esposa de Iván Cabrera.
Todo comenzó con Linda, la líder de la semana, leyendo un comunicado con las reglas del juego. Entrarían personas a la casa estudio y los participantes debían mantenerse inmóviles hasta que Gran Hermano les avisara que podrían actuar en forma normal.
La primera en entrar fue Carlyn, quien fue eliminada hace un par de semanas, llevando mensajes a sus ex compañeros. A Chama la increpó de entrada molestándola por golpear la puerta del confesionario, mientras que a Manuel le pidió tener más amor propio.
Por otro lado, le dijo a Pedro que asumiera que le gustaba Michelle y a la brasileña le recalcó que Chama en «Gran Hermano» no es nadie sin ella. El momento más emotivo lo vivió con Linda, a quien llevó un mensaje en romané, queriendo decirle que eran como hermanas.
Tras su salida de la casa, Chama se mostró indignada y gritó que por lo menos ella le había ganado en la placa decisiva. Manuel, en tanto, buscó uno de los regalos que llevó Carlyn y que por tiempo debió dejarlo en el suelo, y lo botó a la basura.
La entrada de Titi Magrini a «Gran Hermano»
Durante la noche, en vivo, se vivió el segundo «congelado», donde la esposa de Iván Cabrera hizo ingreso a la casa estudio. El momento entre Titi y el Potro fue romántico y lleno de sentimientos, con muchas lágrimas y demostraciones de cariño, lo que terminó emocionando al resto de participantes.
Lo polémico vino después, pues Titi comenzó a saludar a los otros integrantes de «Gran Hermano», con la clara intención de enfrentarse a Camila Power. Una vez que la tuvo al frente, le dijo que le caía mal y que esperaba que pronto cayera a placa para que fuera eliminada, haciendo énfasis en que se lo dijo a la cara.
También aprovechó de saludar en la otra pieza a su coterránea, Chama, a quien abrazó con cariño y le dijo «Amo». Lo mismo hizo con Manuel, que estaba acostado, aconsejándoles a ambos que «peleen, peleen», avalando sus actitudes dentro de la casa.
Luego de esto, cuando debía despedirse de su marido, Iván Cabrera rompió las reglas del juego y se movió para besarla. Finalmente, el Potro dijo que ya no aguantaba más el encierro y decidió renunciar a «Gran Hermano», sorprendiendo a los presentes y a los televidentes.