En conversación con Fotech.cl, el actor abordó los desafíos que abordará su personaje de cara a los últimos episodios y cómo ha recibido el público su historia de amor con Benjamín (Augusto Schuster). Además, evaluó su paso por la producción y a lo que la audiencia se enfrentará en esta recta final.
Entramos a la recta final y hemos visto las escenas con quien es tu hermano, Benjamín. ¿Qué se viene ahora?
De lo que puedo contar, Francisco de a poquito ha empezado a darse cuenta las maldades que ocurren en su familia. Primero lo vimos un poco más ingenuo, pero siento que hubo un quiebre cuando descubre lo de su papá con su tía, ahí empieza a ver todo lo que hay debajo y las mentiras que se han ocultado. Él no va a parar en ese sentido, él adquiere una necesidad por saber la verdad y todo lo que han estado ocultando todo este tiempo, lo que lo hace sentirse avergonzado. La peor de todas es la idea de que se está metiendo con su propio hermano, lo que él aún no se entera y que va a ocurrir, por cierto. Él está en esa, está como en una lucha constante por descubrir qué es lo que se ha ocultado en relación a Gustavo y su relación con él. Tiene muchas ganas de saber.
Se viene lo más fuerte, el enterarse que está en una relación con su hermano, pero Benjamín sí lo sabe y se lo ocultó. ¿Cómo se lo tomará?
Por cierto que no se lo va a tomar bien, él tiene sus valores súper establecidos y súper claros, en ese sentido le costó mucho entrar en esta relación con su primo, que ya es medio extraño, pero está dispuesto a transar porque ve el amor que le tiene Benjamín. Pero no es consciente de que hay una obsesión que es más grande que su amor, entonces cuando Pancho se entere, es algo que no va a permitir, no va a poder seguir sabiendo que es su hermano. Es una reacción que conlleva varias etapas, no es algo que le cuenten y que reaccione de la peor forma, hay como una digestión, por así decirlo, de esta noticia.
En ese sentido, Francisco escapó de Gustavo por ser muy tóxico y llega a los brazos de Benjamín, pensando que es algo más “limpio”, pero resulta que es más tóxico aún…
Es aún más tóxico, absolutamente. Por eso mencionaba también sobre la obsesión que tiene Benjamín, porque por lo menos la relación con Gustavo, como hemos visto en los últimos capítulos, sí amó a Francisco, está arrepentido y que el amor que sentía era bien genuino. Por el lado de Benjamín vamos a ver que eso también es un poquito más obsesivo.
Ahora que ya la teleserie está en su recta final, ¿cómo has visto la recepción de tu personaje?
Ha sido un proceso súper lindo la verdad. Creo que el personaje de Francisco ha ido de menos a más, en todo sentido. Para mí como actor el poder desarrollarme, lo agradezco mucho en el sentido de cómo se abordó, que el personaje fuera muy alejado de las caricaturas, que la gente se pudiera identificar o reconocer, o simplemente agradecer que se pueden mostrar distintos tipos de relaciones o de personas, independiente de las preferencias sexuales o el género, creo que se rompió un poquito el esquema de los personajes homosexuales que se han mostrado en TV, que están ligados a la comedia. Para mí ha sido un privilegio interpretarlo, es un personaje hermoso, representa un poco la nobleza y es una luz dentro de toda esta oscuridad que implica la familia Beltrán. El equipo también me ha ayudado mucho, con Augusto Schuster somos una súper buena dupla y con Rodrigo también. Ha sido super bonito sentir la recepción del público, recibir los mensajes en Instagram son puro cariño. Uno que otro medio homofóbico, siempre llegan, pero en general la recepción de la gente ha sido súper cariñosa con mi personaje y con esta relación tan tormentosa. Ha sido bonito ver cómo el público es bien tolerante a ver este tipo de escenas que son dos hombres dándose un beso, que es algo que debiera ser súper normal y así se lo toman.
Ahora que terminaron las grabaciones, ¿que sensación te quedó con el final de tu personaje? ¿Cómo proyectas que nos va a dejar Francisco?
Creo que Francisco definitivamente va a dejar un mensaje, una enseñanza. Siento que es un personaje que está puesto ahí para enseñarle un poco a la familia sobre la importancia de la verdad, de la honestidad y de ser una buena persona. En ese sentido, Francisco funciona como una enseñanza y, nada, no podría anticiparte mucho.
Cuando comenzó “Juegos de Poder” se le asoció mucho al caso Larraín, después nos metimos de lleno en la turbiedad de la política… ¿Qué opinas de este mundo que se mostró en la teleserie en relación a lo que vemos en la realidad?
Encuentro que es siniestro como se asemeja a la realidad. Fuera de broma, si uno pone las noticias y ve lo que ocurre, se puede relacionar muchas cosas con lo que pasa en la teleserie. No solo el caso Larraín, que uno lo identifica como punto de partida, después ver todo estos círculos de poder y de encubrimiento, chantaje, de gente pobre de alma, poco sensible en relaciones humanas. Es súper identificable no solo en política, sino que en relaciones sociales de todo tipo, que involucra un estatus. Me parece que eso es lo que a la gente le parece interesante. No es común que las teleseries hablen de política y se aprovechó muy bien eso.
¿Qué podemos esperar de esta recta final?
Se viene mucho más vertiginoso y se van a llevar muchas más sorpresas y angustias.