Hace semanas que Mega promociona la recta final de su nocturna, la que tiene a sus seguidores expectantes por saber cómo y cuándo caerá Dante (Andrés Velasco), el secuestrador de Mateo (Rafael García-Huidobro). Melissa (Paulina Moreno), es una de las personas que está más cerca de él, pero esto pronto cambiará cuando la mujer comience a darse cuenta que el mundo que cree que es real, es simplemente una mentira.
Fotech.cl conversó con la actriz Paulina Moreno, quien da vida a la joven secuestrada y uno de los personajes más importante de la teleserie, ya que es quien puede hacer caer al villano de «Demente». En la entrevista nos contó su experiencia grabando este sufrido papel y, además, nos reveló algunos detalles de lo que se vendrá en los capítulos finales.
Paulina, me gustaría saber sobre ti. ¿Cómo llegaste a esta teleserie? No tenías tanta experiencia en este formato…
Bueno, la verdad yo tenía harta experiencia, pero en cine y en series de televisión. Me llamaron a un casting que era para probar con una escena de Miranda. Luego me llamaron para decirme que había quedado para el personaje de Melissa. Efectivamente, nunca había hecho una teleserie anteriormente, es mi primera teleserie así que claro, en esta área específicamente, no tenía experiencia y fue súper bacán y exigente.
Melissa partió como un personaje secundario, era una chica que había desaparecido y que el detective Leiva (Francisco Pérez-Bannen) no había logrado descubrir su paradero, pero de repente da un vuelco y pasa a ser un personaje muy importante en todo el desarrollo de la teleserie… ¿Sabías del vuelco que iba a tener tu papel?
Igual no sabía cuán importante iba a ser, pero claro… Cuando me llamaron, no había mucha información porque estaban escrito los guiones de los primeros capítulos, entonces ni la gente del canal sabía muy bien cómo se iba a ir desarrollando ese personaje, pero sí sabían que era un personaje que iba a ir cobrando importancia. Cuando quedé en el papel me ofrecieron un contrato y todo, entonces sí o sí yo decía ‘Bueno, no es alguien que sale dos veces, porque sino no me estarían contratando’. Sabía que iba a ser importante y el vuelco que iba a tener en la historia, pero no sabía específicamente las escenas y cómo se iba a ir desarrollando, eso lo fui sabiendo mientras iban apareciendo los guiones. Y sí, tiene como un giro súper importante, porque en el fondo es el motor, la movilización del antagonista, del «Demente», de Dante.
¿Y cómo ha sido trabajar Melissa? En los últimos episodios se ha visto que empieza a salir de su nube y a darse cuenta que no está correcto lo que está pasando alrededor de ella…
Bueno, Melissa yo la estudié y la abarqué desde el lugar de las víctimas reales de situaciones similares que han ocurrido en el mundo, de secuestro. Se desarrolla esto que se le llama popularmente como Síndrome de Estocolmo, que es cuando -en términos generales- la víctima de un secuestro se pone del lado del victimario. Hay que pensar que ella (Melissa), en todo este tiempo, el único contacto humano que ha tenido es Dante, entonces es súper heavy, porque los seres humanos necesitamos de relaciones, de contacto humano, de afecto… Este sujeto, que está muy bien trabajado desde el guión y de la actuación de Andrés (Velasco), es un sujeto manipulador, mentiroso, entonces él le lava el cerebro a Melissa, que es algo que hacen estos secuestradores. Y bueno, efectivamente ahora en la teleserie hemos visto que tras la llegada de Joaquín (Benjamín Vicuña) al búnker, al lugar del secuestro, ella ya empieza a unir los cables que se le habían desconectado con todo este proceso de lavado de cerebro y secuestro, empieza a hacer conexión nuevamente. Se comienza a romper este mundo creado por Dante donde ella está ahí como una víctima, obviamente, y -como se ve en el avance ahora- ella sale diciendo su nombre que es algo que le negó siempre a Joaquín, por ejemplo. Es muy chocante la situación que vive Melissa, entonces para poder sobrevivir a ella, es necesario hacer esos cortocircuitos como una cosa de supervivencia.
Te ha tocado grabar escenas bien fuertes, ¿cómo ha sido esta experiencia?
Sí, fue bien fuerte. La verdad es que en cine me había tocado también varios papeles súper fuerte, como en drama, intensidad, muertes… Pero nunca me había tocado una situación tan extraordinaria, porque las cosas que había actuado anteriormente, que eran terribles en términos emocionales. En este caso, del secuestro de una persona es una situación de la que yo no encontré un referente en Chile, tuve que ir más hacía Estados Unidos, donde habían psicópatas que secuestraban a las adolescentes y las tenían en búnker durante años. Desde ahí fue mi sensibilización del personaje para poder interpretar esas escenas tan extraordinariamente brutales, violentas y dramáticas, las que ocurrieron durante varios meses. Fue súper exigente a nivel emocional. Además, veníamos saliendo de la pandemia, entonces uno andaba aún más sensible. A veces llegaba bien agotada emocionalmente a mi casa porque me tocaban varias escenas bien violentas o dramáticas. Imagina que piensa que su hijo se le está muriendo, luego muere y Dante le trae a Mateo, donde este secuestrador en su manipulación intenta hacerle creer que ese es su hijo que sobrevivió. Eran muchas escenas en las que había una violencia psicológica y emocional súper fuerte. Cuando grabo esas escenas, realmente esas emociones están pasando por mi cuerpo con la intensidad que se expresa en la teleserie.
¿Cómo fue trabajar con un niño y sobre todo en escenas tan complejas?
Es súper difícil. Nunca había tenido la experiencia de trabajar con un niño. Cuando empezamos la teleserie, Rafael tenía cinco años, nunca había grabado antes, entonces él no entendía mucho. Era pequeño, entonces la coach le trataba de enseñar en juego, que me parece la manera más lógica que él trabajará ahí. Pero al principio imagina, era mi primera vez que estaba en un set con tres cámaras y además con un niño que también era su primera teleserie, por ello hay un montón de escenas en las que sentí que tuve que trabajar más sola. Habían muchas situaciones muy fuertes, donde yo tenía que llorar, abrazarlo, gritar, después entra Andrés a la escena… Ahora el niño evidentemente no podía estar ahí, es muy chiquitito para recibir esa violencia, entonces en muchas de esas escenas lo sacábamos y yo tenía que actuar como que él estuviera ahí. Fue un trabajo, en términos técnicos, bastante difícil. A veces él no quería grabar, se cansaba y teníamos que parar. Ahí tuve que ir construyendo una relación con él, de harto juego fuera de escena, para que él sintiera confianza conmigo. Creo que resultó bastante bien, Rafa rápidamente fue aprendiendo y entendiendo los códigos de este juego para él y finalmente se fue dando más fácil.
¿Qué sientes al ver las escenas?
Soy un poco autoexigente y criticona conmigo misma, es algo que estoy intentando hacer menos, tratarme mejor. Al principio estaba súper nerviosa, porque la teleserie al toque le empezó a ir bien, yo pensaba ‘esto lo está viendo mucha gente’, me tenía nerviosa la exposición de mi trabajo en una pantalla tan visibilizada. Además, Melissa tenía esto que iba saliendo de a poquito: primero sus manos, se escuchaba su voz, su cara. Después la gente pensaba que ella era la villana. Su historia se va sabiendo después de dos meses más o menos. Eso me tenía un poco ansiosa. Cuando me empecé a ver en escenas más exigentes, hay días y días, en algunos encuentro que salió bien y otros que pienso que lo podría haber hecho mejor, o me veo rara en la tele. Empiezo a criticar mucho mi imagen y mi trabajo, pero ya me empecé a acostumbrar y ahora diría que igual lo disfruto. Puedo disfrutar más la teleserie sin estar pendiente de mi trabajo.
¿Lees las redes sociales? ¿Lees lo que dicen sobre Melissa?
Eso trato de regularlo lo más posible. Desde antes de la teleserie como que trato no estar tanto tiempo de mi vida en redes sociales, que la verdad que la única que ocupo es Instagram. Al principio leía más, últimamente me han llegado muchos comentarios y mensajes y he tenido la suerte que ha sido pura buena onda y felicitaciones. Gente que ha estado muy conmovida por el personaje, con la teleserie en general, con mi trabajo o felicitándome mucho. Eso ha sido muy rico, tener esa devolución, hoy en día los actores con los espectadores estamos mucho más comunicados, cualquier persona puede escribirme y la verdad es que han sido puras cosas buenas. Estoy contenta con mi trabajo y, además, en esta recta final se van a saber aún más cosas, se van a explicar más cosas de Melissa, va a haber algo muy importante que va a suceder con ella que ya está un poquito puesto en este último avance, que tiene que ver con este proceso donde a ella se empieza a desmoronar todo este mundo ficticio creado por su secuestrador.
Sobre eso, ¿qué viene en “Demente”? ¿Seguirán sufriendo los seguidores de la teleserie?
Sí. Diría que queda el último arco de la teleserie y es el más intenso por lejos. En todos los personajes y ramas de las historias empieza a quedar la embarrada. Todo empieza a explotar como un volcán. Estamos viendo hacer rato que Dante está cometiendo más errores, apareció su hermana que empieza a exigirle cosas, ya no tiene tanto el control, algo que este psicópata lo hacía muy bien. Como que se burlaba de su entorno. Ahora este controlador está perdiendo sus cualidades, entonces evidentemente eso va a ser muy interesante porque vamos a ver qué va a pasar con este antagonista tan cruel y tan psicótico. Lo mismo en todos los personajes. Empiezan a saberse cosas que no se sabían, develarse secretos y levantarse sospechas.
¿Y con Melissa?
En el caso de mi personaje, para mí esta es la parte más entretenida de Melissa y lo más exigente que me tocó grabar también, porque va a haber contacto con un nuevo personaje, que es con el que está hablando en el avance y todo va a explotar. Esto de la despersonalización de Melissa, donde ella cree que es Carito, que Mateo es su hijo, que Jorge es su esposo, empieza a ponerse en jaque, comienza a resquebrajarse. Se va a desmoronar esta ficción, entonces, ¿ahí que va a pasar? Es súper violento lo que queda, en todos los aspectos.
¿La gente en la calle te reconoce como una villana o una víctima?
Ahora que la gente sabe más de la historia, como víctima. La gente me escribe o la otra vez en un café, la gente me decía ‘Melissa, que bien que pudiste salir’ o ‘mata a Dante’. Las personas ya entienden que ella es una víctima de este hombre.
Por último, ¿qué proyectos tienes a futuro?
Por ahora en televisión nada, no me han llamado de ningún proyecto. Por ahora estoy en teatro, estoy preparando una obra con el colectivo zoológico con quien vamos a tener una temporada el próximo año en el GAM, como en agosto, estamos en ensayos y preproducción de toda esa obra. Además, se viene el estreno de dos películas que yo realicé justo antes de la pandemia: “El retrato de ella”, que es una película que protagonizo junto a Néstor Cantillana y la otra es “Viejo, viejo”, que es una película que protagonizo con Nicolás Zárate. Esas dos películas se van a estrenar a fines del próximo año. Pero por ahora en televisión nada, ojalá salga algo porque aprendí muchísimo y me encantaría tener una experiencia similar.