La reconocida actriz de teatro y televisión regresó a la pantalla chica con «Verdades Ocultas» interpretando a la villana de la teleserie, Isabel Guzmán, que llega junto a su hijo para quedarse con el dinero de las hermanas Mackenna. La artista nos cuenta en esta entrevista, cómo fue que llegó a Mega, lo difícil que fue incorporarse en la mitad de la historia, sobre sus futuros proyectos y la crisis de la industria de las teleseries.
La última teleserie en la que estuviste fue “Mamá Mechona”, ¿por qué volver con «Verdades Ocultas»?
Porque fue una invitación agradable, me gustó el personaje, significaba encontrarme con amigos y tenía ganas de volver a la televisión.
¿Qué fue lo que más te gustó del personaje?
La contradicción entre lo que parece y lo que es. Es algo que en mi larga carrera televisiva no había hecho nunca, la villana. Me pareció divertido y un desafío.
¿A qué te refieres con que hay una contradicción entre lo que parece y lo que es?
Digo, lo que buscaron que me pareció súper bonito: no tengo cara de villana, como actitud, como historia, no tengo. Entonces era bonito jugarla por otro lado. En ese sentido, no es que sea contradictorio, sino que es como una jugada que me parece súper bonita, una jugada de dirección y de visión de teleserie que me parecía súper interesante.
Ahora eres la nueva villana de «Verdades Ocultas», ya estás tramando varias cosas por ahí… ¿Qué es lo que se viene con el personaje? ¿Cómo va a seguir afectando a los protagonistas?
Yo creo que esta llegada da la vuelta a todo el panorama. Lo extrema en términos de que todo lo que parecía muy negativo ahora, con esta llegada, es peor todavía. También entré a alivianar el peso, entre comillas, porque los personajes son una mezcla como en la vida real: buenos, malos, son personas. La llegada de ella, que es bastante unilateral, como una villana, hace que se suavice un poco de lo que se había visto hasta ahora y la línea recta de este personaje es aquella.
¿Prefieres el rol de villana o algo más cómico?
Me gusta la comedia, pero uno puede hacer comedia dentro de varias fórmulas, desde ser la víctima. De cualquier papel se puede jugar con el humor.
A Khaled Darwich, que hace de tu hijo en «Verdades Ocultas» lo han criticado en las redes sociales por su actuación, ¿qué opinas de estos comentarios? ¿Cómo es trabajar con él?
Yo, en general, no leo las redes sociales porque son bastante crueles. O sea, creo que es fácil desde el anonimato hacer calificaciones muy duras. Si no ha gustado el personaje, creo que los actores cuando comenzamos a hacer televisión nos deben dar un tiempo de acomodo. Khaled es un actor de teatro y desde ahí, creo que lo televisivo puede ser una historia distinta. Pienso que con eso de las opiniones hay que darle tiempo, no sé cuantos capítulos al aire ya han habido con él, pero creo que siempre es cosa de acomodo. Además, hay que considerar que es un actor nuevo. Entrar al capítulo 94, donde ya está todo armado, donde los personajes se desarrollaron y vienen de vuelta, es difícil. Para mí no ha sido fácil y tengo mucha experiencia, pero creo que se necesita tiempo para evaluar a los actores. No es fácil, le propusieron a un actor que venía desde Europa con un acento y yo encuentro que no está mal, como dicen las redes, supongo que son muy crueles. Yo trabajé muy bien con él, es un actor disciplinado, es un buen compañero. Lo que opine la gente me cuesta analizarlo, solo puedo decir que uno debe darle tiempo y que es un buen compañero.
¿En qué sentido no fue fácil para ti llegar a la mitad de la teleserie?
Lo que pasa es que tú vas construyendo y lo habitual es partir del capítulo cero. Yo llegué cuando ya estaba todo armado, entonces tienes que subirte a un carro de un tipo de actuación, de un tipo de expresión artística que no siempre es la misma. En esta teleserie hay cosas distintas a la tendencia actual, entonces sumarte a un estilo, a una historia que yo no conocía en detalle, entrar a hacer una cosa armónica con lo que existe no es fácil. Hay que tener paciencia, ojo, hay que entregarse y confiar en el director. Yo lo he pasado súper bien, ha sido grato para mí porque dentro de la confianza, han habido momentos de mucha lucidez, me he divertido haciéndolo.
¿Cómo fue llegar a Mega, que es el área dramática que más éxito tiene hoy?
Yo llegue a AGTV, por la productora de Mega. Entré contenta porque están mis amigos. Los lugares se definen por la gente que está, fundamentalmente, y yo venía siendo hija de Canal 13 hace muchos años, habiendo hecho experiencia de otro tipo en TVN, no de teleseries. También, cuando se fundó el área dramática de Mega, hace mil quinientos años, y uno se plantea ‘bueno, voy a cambiar de lugar, de casa’ y te empiezas a encontrar con las mismas personas que has trabajado toda la vida. Ha sido una experiencia rica. Creo que Mega tiene la gracia de que le está yendo súper bien, están contentos, trabajan y se atreven a hacer cosas.
¿A quiénes consideras tus amigos?
Mi amiga de la vida que es Marcela Medel, la protagonista. El Renato Munster, Viviana Rodríguez, algunas personas de producción, Carlos Díaz que ha sido un gusto reencontrarme después de tantos años con él. Ellos, entre los que me toca vincularme en la teleserie. Ha sido muy rico conocer a las dos protagonistas jóvenes, que son Carmen Zabala y Camila Hirane, porque son chicas disciplinadas con mucho talento. Me gusta conocerlas, también son cercanas. Pero mis grandes amigos son el sustento más adulto de la teleserie, que es también lo que me gusta porque tienen un argumento donde caben los “cuarentones”, con historias interesantes y no son solo un adorno. También esta Mauricio Pesutic, que es un gran amigo, que lo admiraba desde chica. Esta la Yoya Breski (Carmen Gloria), todas ellas personas con las que he trabajado y ha sido una linda experiencia
Cuando se termine la grabación de la teleserie, ¿qué proyectos se vienen a futuro?
No lo sé, porque todavía no se acaba así que tengo que pensar qué hacer. Dirijo un teatro… No sé, no tengo muchas propuestas tan claras. En este minuto no tengo ninguna claridad de lo que quiero hacer. O sea de las posibilidades que tengo. ¿Sabes lo que me gustaría hacer y sí tengo una propuesta? Es cine. Es como un desafío a esta altura de mi vida en la actuación que tengo pendiente.
¿Se puede saber de esa oferta de cine?
Ay, no, y si después no me resulta… Es una tentación que tengo, un anhelo y una invitación que tiene que concretarse antes de contarla.
La industria está viviendo una gran crisis, ¿cómo ves lo que está pasando con el bajo rating de las teleseries de TVN y el cierre del área dramática de Canal 13?
Bueno, creo que la industria cambió desde que se externalizaron muchas producciones. Obviamente cambió la vida de las áreas dramáticas, cambió la vida de los actores, la forma de trabajar. Son producciones que involucran más importancia a los actores que a la producción misma, me refiero al vestuario, a las locaciones. Hay diferencias entre las producciones que son externalizadas y las que aún son de los canales. Es súper malo que se hayan cerrado áreas dramáticas porque a la gente aún le gusta ver teleseries y se sostiene un gran campo de trabajo para los actores, lo encuentro bien triste, sobre todo lo de Canal 13 que ha sido un lugar donde yo me he desarrollado, donde se han hecho cosas buenísimas y se me hace un poco incomprensible lo que pasó.
Entonces, este tipo de alianzas con productoras, ¿no son buenas para la industria chilena?
No, yo no las encuentro malas, encuentro que contribuyen muchísimo al momento de producir. Lo que encuentro malo es que termina la forma tradicional con el cierre de las áreas dramáticas, porque creo que las productoras independientes tienen mucho que aportar, pero no creo que sea positivo externalizar todo. La externalización, le digo a las productoras chilenas, alternativas, que están haciendo teleseries para canales, me parece súper bien, pero me parece que es otra forma de producir y que no debería provocar cierre de grandes áreas dramáticas tradicionales.