Este viernes, en horario prime, se estrenará de manera conjunta en Mega y Amazon Prime, «Dignidad», serie chilena que trata sobre los abusos cometidos por Paül Schäfer en Colonia Dignidad y cómo una de sus víctimas tiene la tarea de investigarlo.
Es por ello que Fotech.cl conversó con Patricio Pereira, productor ejecutivo de la serie, y contó cómo se fue gestando la creación de esta producción y cómo trabajaron con el elenco infantil el tema del abuso en menores de edad.
Patricio, ¿cómo fue la génesis de “Dignidad” que terminó con una alianza para emitirla en Mega y Amazon?
La serie comenzó con el CNTV, que para nosotros es un gran apoyo porque nos permite financiar una puerta y abrir una puerta que es grande, que te permite salir afuera para buscar socios internacionales. De ahí encontramos una empresa que se llama Storyhouse, una empresa alemana, ellos son nuestros coproductores alemanes, luego fue escalando esto a otras dos empresas de ese mismo país. De ahí, cuando nos ganamos el CNTV entró Mega y al final llega Amazon. Ese fue el recorrido, de hecho, hubo una venta en HBO Europa… La serie está recorriendo el mundo.
“Dignidad” muestra algunos de los abusos que sufrieron las personas que vivían dentro de la Colonia, entre ellos niños. ¿Cómo fue trabajar el tema?
El proceso de escritura de “Dignidad” fue bien complejo, porque Colonia Dignidad tiene muchas aristas. Por un lado, el abuso de menores por parte de Paul Schäfer; por otro lado, la esclavitud, también la secta; estaba la internación y producción de armas. Además, estaba todo el manejo político que hicieron en los alrededores, en la región, habían muchos elementos, entonces teníamos que decidir qué abordábamos y que es lo que dejaríamos afuera, ya que no podríamos abordar todo. Nos pareció relevante, que el líder carismático que era Paul Schäfer, era quien llevaba la batuta en términos de mandato, pero él era un depredador sexual para niños entre 7 a 12 años, ese era su grupo. A nosotros nos pareció relevante eso. Además, cuando hicimos la investigación descubrimos que la persona que permite que Colonia Dignidad deje de funcionar como tal, fue a través del abuso de menores. Hay un chico que en el gobierno de Patricio Aylwin, era un chico chileno que estaba estudiando en el colegio, y logra sacar una notita y se la manda a su familia y ellos buscan asesoría en la policía en Santiago, porque no confiaban en la de Parral en ese momento. Primero van a la Vicaría de la Solidaridad y ellos lo derivan a la policía, éstos los derivan al departamento donde ven los abusos de menores, ahí van hasta un abogado que es experto en abusos de menores y ahí se comienza a desarrollar la investigación en contra de Paul Schäfer. Finalmente, parte todo por esos abusos, por ello que eso nos pareció que debía ser lo medular de nuestra historia, así los otros temas entraban tangencialmente, pero no eran lo más importante.
Al tocar este tema, el abuso de menores, que es bien complejo, ¿cómo lo trabajaron con los niños en la serie?
Sí, ese fue nuestro primer problema, que estábamos tocando el tema de abusos de menores, por lo que había que incorporar niños en la serie. Además íbamos a tener que hablar temas de menores… Cómo íbamos a enfrentar esta situación de abuso por parte de un adulto a un menor, porque no se puede mostrar, está prohibido. Ahí fue muy interesante un trabajo que habíamos hecho antes con el CNTV, ya que en el área infantil tienen una serie de protocolos, que se lo pasan a las productoras donde te indican cómo trabajar con los niños, yo tomé esas normativas y se las pasé al equipo. Primero la ley del trabajo es super clara con el tema del trabajo con menores, segundo no se puede trabajar el tema de los abusos sin que esté un padre de esos niños presente. Nosotros teníamos siete días para trabajar en Colonia Dignidad y el resto lo grabamos en otras partes. Ahí los chicos que fueron con nosotros, que no eran de Colonia, fueron con sus padres, siempre estuvieron con ellos, no pueden ir al baño si no están ellos. Nadie del equipo los puede tocar, hay un estricto y severo reglamento respecto a que no puede haber ningún indicio de maltrato e intento de abusos.
¿No hubo problemas con las familias?
No, porque cuando se hizo el casting se les explicó para qué lo estábamos citando. Fue un casting difícil porque primero tenían que ser rubios, hablar alemán y aceptar esta exigencia de que iba a ser un niño que iba a ser aparentemente abusado en la serie. Todos los que aceptaron son los que salen en pantalla. Fue super complejo. Una vez que se hizo el casting, que fueron aprobados y llegó la hora de filmar, nunca filmamos una situación de abuso, no existen, se sugiere todo. Es más, inclusive por la forma que grabamos, y lo planificamos así inicialmente, era que nunca estuvieran solos con el actor, o el personaje de Schäfer. En un lado los grabábamos a ellos y en el otro al viejo. Solamente hay una escena grande, donde Schäfer está con los niños, pero todo es a través de montajes. Evitamos cualquier complejidad o cruce donde el niño se pudiese sentir psicológicamente afectado, fue muy riguroso en ese sentido.
Vi el primer capítulo y el uso del alemán apoya las escenas. ¿En la emisión en Mega sabes si lo subtitularán o lo doblarán?
La van a doblar. Yo quería que fuera original con subtítulos, pero Mega no quiso, prefirió doblar.
Otro elemento que llama mucho la atención en la serie es la calidad de la fotografía…
Ocupamos varios directores de fotografía, la cabeza fue Sergio Armstrong y él hizo el diseño. Fue muy curioso porque en un principio no teníamos mucho dinero, antes de conseguir a los alemanes lo íbamos a hacer igual, entonces partió con un diseño muy económico, ocupar lo menos posible el sobre iluminar, entonces Sergio propuso hacerlo con un tipo de cámara, con un tipo de óptica y usar más luz natura, y entremedio el post productor me propuso usar un sistema nuevo de colores, y dije “démosle”. Nos aventuramos, y eso nos permite tener ese nivel de calidad. Bueno, esto también sumado al trabajo del director de arte y de vestuario que impacta muy bien y además el haber ido a grabar a Colonia Dignidad que da una frescura impresionante.
¿Cómo fue grabar en Colonia Dignidad sabiendo todo lo que ocurrió ahí?
Fue complejo tomar la decisión. Lo primero que hicimos fue un acercamiento, descubrimos que no éramos los únicos que íbamos a grabar allá, y nos dimos cuenta que ellos arredraban el lugar, tuvimos una discusión fuerte interna por decidir si íbamos o no. El director quería porque le parecía el mejor lugar, pero a mí me parecía muy complejo estar allá, entonces le preguntamos a mucha gente que está involucrada en el tema de los Derechos Humanos si era conveniente o no y al final de cuenta decidimos que sí, porque nos iba a dar una verosimilitud mejor. Fue interesante grabar en ese lugar.
¿Cómo fue trabajar el tema del abuso infantil desde la vereda de padre?
Cuando investigamos y nos explican cómo es el tema de los abusos y que normalmente esto ocurre por alguien cercano, en un lugar protegido y que luego que ese abusado no se da cuenta que lo ha sido hasta 10, 15 o 20 años, y cómo después es cuestionado… Ahí es cuando uno comienza a entender lo importante que es la responsabilidad de cada persona con sus hijos y con los hijos de los otros. Qué conocimiento tiene uno de esa persona. Qué tan importante es decirle a tu hijo, “mira, permite esto… esto no”. Que no haya un tío, ellos no existen. Acá son papá y mamá, los tíos son una mentira. La información que me aportó este trabajo fue que hay que ser muy maduro al momento de abordar este tema y estar atento a quien eduque a tu hijo.