Ya tenemos fechas: 23 al 28 de febrero. Ya tenemos los animadores: se repiten el plato María Luisa Godoy y Martín Cárcamo después de aprobar sin sobresaltos en su debut. Y ya tenemos a los dos primeros artistas del show: una Mon Laferte que vuelve transformada en una cantante de clase mundial y a un viejo conocido de la Quinta Vergara como Ricky Martin. Falta el resto de la parrilla, que se irá definiendo de aquí en adelante.
Hace algunas semanas la alcaldesa Virginia Reginato planteó la idea de establecer “paridad de género” entre los invitados del show, es decir, igual número de invitados hombres y mujeres. Si bien históricamente han predominado los artistas o grupos masculinos, Viña ha estado lejos de ser un “Club de Tobi”. Desde siempre, en todas las épocas, hemos tenido cantantes mujeres sobre el escenario de la Quinta Vergara, y no pocas veces con shows memorables. El año pasado la representación femenina estuvo a cargo de Cami, Yuri, Becky G y la ultra vapuleada Jani Dueñas. Además, existe el exitoso precedente de paridad de género con los números de humor del 2018, cuando fueron Jenny Cavallo, Alison Mandel y Alejandra Azcárate.
¿Resulta posible una paridad perfecta de género? Creo que en los shows musicales claramente sí, y no como una “concesión” a las mujeres, sino que porque desde hace décadas no había tantas artistas femeninas de gran calidad y en perfectas condiciones de pararse en la Quinta Vergara por méritos propios. En particular, latinoamérica está disfrutando de una verdadera generación de “chicas superpoderosas”: Mon Laferte, Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana, Carla Morrison, Cami, Ile, Julieta Venegas, etc. A esto hay que sumar fenómenos de alcance global como Rosalía y Camila Cabello, y excelentes exponentes nacionales como Ana Tijoux, Francisca Valenzuela, María José Quintanilla, Denise Rosenthal, Paloma Mami, Tomasa Del Real y Princesa Alba.
Voy a hacer el siguiente ejercicio fantasioso: suponiendo una paridad perfecta de género, propondré artistas mujeres para Viña 2020. Asumiendo que cada una de las jornadas constará de un show musical de obertura, otro de cierre y un número de comedia al medio, en total habrá 12 shows musicales y 6 de comedia. Con la paridad, tendríamos que considerar 6 shows musicales (la confirmada Mon Laferte y 5 más) y 3 comediantes mujeres.
Partamos con el ítem comedia. El sonado fracaso de Jani Dueñas obliga a pensarlo mucho antes de atreverse con artistas de perfil underground similar al suyo, como Bernardita Ruffinelli y Paloma Salas (quien fue libretista del desastroso show de Jani). Si algo se puede aprender de ese episodio es que resulta sumamente arriesgado enfrentar al Monstruo ensayando la rutina solamente en bares, pubs o recintos cerrados. Ir al Festival de Viña requiere probarse previamente en algún escenario masivo tipo Olmué o Talca. Así las cosas, podrían ser grandes opciones Belén “Belenaza” Mora que la rompió en Enero pasado en Olmué; Daniela “Chiqui” Aguayo, que hizo gala de oficio y madurez en ese mismo evento; y “Piare con P”, de buen desempeño en el último Festival de Talca, ante el mismo público que se devoró sin misericordia a Hugo Varela y a Radagast. Junto a esos tres nombres está el de Natalie Nicloux, ex Club de la Comedia y de la misma línea de Natalia Valdebenito.
Respecto de los shows musicales, habría que pensar en cinco números femeninos para acompañar a Mon. Hay dos artistas que creo le vendrían muy bien al festival: Rosalía y Natalia Lafourcade. Desde su notable show en el último Lollapalooza Chile que resulta evidente que la cantaora catalana tiene que estar en Viña. Rosalía es de las pocas que es capaz de hacer perrear desenfrenadamente al Monstruo y minutos después dejarlo con el corazón en la mano con su canto flamenco. Tenerla sería un lujo irrepetible. Por su parte, la mexicana Natalia Lafourcade, hija de padre chileno y sobrina del extinto escritor Enrique Lafourcade, es una cantante de presencia encantadora, voz preciosa y exquisito repertorio. Aunque partió como artista pop, en este último tiempo ha derivado a la restauración vintage del cancionero popular latinoamericano, con hits entrañables como “Hasta La Raíz”. Hace poco hizo un precioso concierto sinfónico en el Hollywood Bowl de Los Angeles.
Como cuarta artista propondría un número anglo. Sería ideal tener a alguna de las que están en la cresta de la ola como Beyoncé, Kathy Perry, Jennifer López, Camila Cabello, Rihanna y otras. Más que el costo de traerlas, que ya de por sí es un tema, la gran complicación es que Viña es un concierto en vivo televisado a toda Latinoamérica, lo que constituye un disparo a los pies para artistas cuyos ingresos dependen en gran parte de las ventas de tickets de sus recitales unipersonales. La última gran artista anglo que vino al Festival en su mejor momento fue Nelly Furtado el 2008. Ante ello, habría que considerar el buen precedente generado por Olivia Newton-John el 2017 y pensar en cantantes íconicas de los años 70, 80 y 90 que actualmente tienen un tranquilo pasar artístico girando a cuenta de las glorias pasadas, algunas de las cuales han venido en los últimos años a Chile a actuar en estelares de TV y recitales de bajo perfil: Blondie, Bonnie Tyler, Taylor Dayne, Debbie Gibson, Cindy Lauper, Samantha Fox, Belinda Carlisle o Sheena Easton.
Una quinta artista sería una cantante chilena emergente. Cami ya actuó el 2019 y creo que, al igual que con Mon, hay que esperar dos o tres años más para que llegue con más repertorio y mejor posicionada para que le den un horario decente. En una sabia decisión, Paloma Mami rechazó la invitación a ir el 2020 y prefirió esperar a tener más repertorio y una carrera más sólida antes de enfrentar al Monstruo. Al igual que la chileno-neoyorquina, creo que Tomasa del Real y Princesa Alba necesitan ganar algo más de kilometraje artístico antes de pensar en la Quinta Vergara. Así las cosas, podría ser la ocasión para que Ana Tijoux se enfrente al Monstruo de una vez por todas (por méritos y trayectoria debió ir hace mucho rato), o también puede ser la oportunidad de que se repitan el plato y muestren su evolución Francisca Valenzuela, Javiera Mena, María José Quintanilla o Denise Rosenthal, que ya actuó en Viña como parte de Amango el 2008 y fue parte del tributo a Lucho Gatica este año.
Como sexta y última artista propondría a la clásica baladista latina. Aquí hay bastantes opciones, algunas con historia en la Quinta como Ana Gabriel, Ana Torroja o Laura Pausini. ¿Shakira? Al igual que las cantantes anglo antes citadas, no le conviene un recital televisado en vivo. Una buena idea sería el retorno de Myriam Hernández al mismo escenario donde cantó con éxito tantas veces y fue conductora hasta el 2006. Otra opción sería la mexicana Lucero, que recientemente visitó Chile y manifestó interés en actuar en el escenario al que no pudo subir el 2015 debido al escándalo de las fotos con sus hijos yendo de cacería. Finalmente, aunque lo veo poco probable, me encantaría ver a Gloria Estefan, quien ha estado apartada en estos últimos años de la industria musical y dedicada a otros menesteres, entre ellos un musical de Broadway, libros de cuentos y participación en series de Netflix. Aparte de su calidad y trayectoria, sería una gran oportunidad para que la diva cubana saldara una cuenta pendiente con la Quinta Vergara. El año 1983 se presentó en dos jornadas como parte de Miami Sound Machine y pasó sin pena ni gloria. Pocos años después explotó con “Conga”, “Don’t Wanna Lose You”, “Oye mi Canto” y “Mi Tierra”, se transformó en un fenómeno de alcance planetario y entró con todo en las ligas mayores de la industria musical.