Hoy, en “Dime Que Sí”, se verá la historia de Carlos Rosales y Adela Lange. Si bien, en apariencia Carlos tenía su vida resuelta, cruzar su camino con Adela fue el impulso que le faltaba para luchar por sus sueños y su verdadera identidad. Ella por su parte, venía desde Concepción, escapando de una tortuosa relación sentimental. Así, el día número veinticuatro después de verse por primera vez, decidieron irse a vivir juntos.
Carlos tiene 51 años y Adela 38, ambos tienen hijos de sus relaciones anteriores; él uno de 21, y ella una de 19 años. Sin embargo, hoy en día no pueden ser padres biológicamente, y esa es una de las motivaciones más grandes que tiene Carlos para pedirle a Adela que sea su esposa, ya que su gran sueño es poder adoptar un hijo. Y si bien, ser solteros no es un hecho excluyente para el proceso, sienten que casarse podría ayudarlos aún más a conseguir este preciado anhelo.
Contra el reloj, Carlos y el equipo del programa de Chilevisión prepararán una gran sorpresa para conseguir el sí de Adela. El primer acercamiento a la novia, será a través de una encuesta callejera, con el fin de saber qué piensa del matrimonio y para saber si está realmente enamorada de Carlos o no.
Karen, sobrina de Adela, se encargará de llevarla engañada a un mall de Santiago. Allí, se encontrarán con unas productoras que le pedirán ayuda para un show, ya que supuestamente unos extras fallaron. Situación con la que probablemente empatizará, ya que ella y Carlos tienen su propia productora. Adela comenzará a ser testigo del espectáculo sin imaginar, que todo eso es para ella, hasta que comiencen a aparecer diferentes señales con las que entenderá que todo es una sorpresa preparada por Carlos.