Sin imaginárselo, participar en “The Voice” fue el ancla que le salvó la vida. Antes de eso se sentía perdido, sin rumbo, inseguro del futuro, sin motivación. Pero Pablo Rojas, uno de los cantantes favoritos de los televidentes, pudo haber truncado esta oportunidad por sus propios temores.
“No tenía pensado entrar a “The Voice”. Me daba miedo”, comentó el intérprete a Pagina 7, aludiendo su temor a las cámaras y a la exposición que podría conllevar esa postulación. Sin embargo, finalmente decidió dar el paso, pensando en que aquello le serviría para “salir a flote” y de paso, aumentar sus seguidores en redes sociales, viralizar su música, conocer a músicos de la escena nacional y, principalmente, aprender.
Lo que vino, solo ha sido ganancia para el joven, quien pensó que sería eliminado en las audiciones a ciegas. “El impacto que causé me tomó absolutamente por sorpresa”, confidenció al citado medio.
Hoy y solo con tres presentaciones en el concurso de talentos, ya lleva más de cuatro millones y medio de visitas en YouTube. “Es muy difícil explica el éxito en YouTube, es algo inimaginable para mí. No me lo esperaba para nada. Al principio lo tomé con mucha sorpresa, no me lo creía. Después fui viendo los comentarios y surgió la emoción por las bonitas palabras de la gente, que (decían que) las había emocionado y hecho llorar”, relató el cantante.
Pero no solo el cariño de sus fans ha ganado Pablo Rojas. Gracias a esta competencia, también recuperó, primeramente, el amor para sí mismo. “Estoy muy feliz, la gente me ha ayudado a combatir un poco mi inseguridad, a transformar esa frustración en motivación y no paro de sentir mucha emoción”, reconoció, dejando atrás esos días en que debía “luchar conmigo mismo” mientras cursaba su carrera universitaria en la VIII Región.
“Lo pasé mal mentalmente, no tenía claro mi futuro y mis motivaciones (…) Pensé en desaparecer para no darle problemas a nadie. Me sentía solo”, reveló, agregando que es una persona muy temerosa de lo que vendrá. “Soy muy inseguro de mis capacidades, lo más difícil es luchar contra mi propia cabeza y lo oscuro que se esconde en mi mente”.
El segundo regalo que recibió por su participación en el programa, fue volver a ser en familia, a quien el joven sentía lejana y desconectada. “Está muy degradada. Mis papás se divorciaron cuando tenía como cuatro años. Mi hermana está lejos y yo estuve lejos también estudiando en Concepción. Perdimos un poco ese feeling familiar”, dijo sobre una relación que, por efecto de “The Voice”, ayudó a recomponer.
“Mi familia está más motivada, me apoya, me da consejos y ánimo, son mis mayores fans (…) Siempre nos hemos amado y llevado bien, pero eso sí, vengo de una familia con muchas heridas”, reconoció Rojas, quien próximamente se apronta a disputar su cupo en los Playoffs del concurso, llevando la camiseta del equipo de Gente de Zona.