Tras su paso por TVN y su trabajo en Telemundo, Pablo Illanes vuelve a trabajar en Chile de la mano de Mega, donde prepara la segunda teleserie nocturna del canal privado. En conversación con Fotech.cl, el guionista señaló que su llegada a la señal de Bethia ha sido «como cambiarse de colegio pero con los mismos compañeros».
«La verdad es que yo siempre he pensado que hay que uno tiene que seguir a la gente que confía y yo en la Quena (Rencoret) confío a ciegas. Hemos hecho muchas teleseries juntos, nos llevamos muy bien, somos amigos y en un momento cuando ocurrió todo el cambio de TVN a Mega, yo sabía que en algún momento íbamos a trabajar juntos. Nunca nos peleamos, nunca terminamos como de desear trabajar juntos. Fue una circunstancia muy concreta que yo me fui a Telemundo y siempre pensé en volver, nunca fue la idea de no volver -en ese caso- a TVN. Cambiaron mucho las cosas cuando yo estuve afuera, cuatro canales empezaron a hacer teleseries, bueno unos llegaron más allá y otros quedaron en el camino, pero me vine a Mega porque tenía confianza», confesó.
En ese sentido, indicó que «con el tiempo yo he aprendido que uno puede sacarse la cresta escribiendo una teleserie, pero también necesitas a alguien que se comprometa con la historia, que se ponga la camiseta con tu proyecto y que la defienda arriba, al lado, en marketing… y la Quena es esa persona. La Quena si se compromete contigo va a llegar hasta el final con esa defensa. Eso no pasa siempre, eso no siempre es así».
Sobre la historia que escribirá para Mega en el horario nocturno, el guionista señaló que «me gustaría seguir trabajando un poco en la línea que hemos trabajado en las teleseries con la Quena, pero no puedo contar nada». Lo que sí, confiesa: «Me encantaría escribir alguna comedia romántica algún día».
Consultado por la situación que vive actualmente las áreas de ficción de nuestro país, sostuvo que «creo que está pasando por mucho cambio, hay muchos vaivenes en la industria, creo que eso es bueno para los creativos que estamos trabajando en ella, creo que nos obliga a esforzarnos un poco más. Una situación como la que estamos viviendo ahora era impensada hace diez años, como el tema de las teleseries bíblicas, por ejemplo, o el tema del horario tradicional lo esté ocupando o repeticiones o productos de afuera, pero creo eso obliga a amenizar mejor el contexto y a trabajar más. No me parece malo».
En cuanto al fenómeno turco que se vivió en Chile durante el 2015, confesó haber visto «Las mil y una noches», pero confesó que «no me entusiasmaron mucho la verdad. Tengo un tema con los doblajes en particular, muy personal, que no tiene que ver con la narración, ni con los actores, ni con nada. Pero sí entiendo lo que han provocado, creo que la llegada de las teleseries turcas corresponde a un vacío que había en el público, no me parece que el éxito sea gratuito o porque sí».
«Las turcas volvieron a hablar de grandes temas, o de personajes con grandes arcos dramáticos pero creo también que hay público para todo. Me parece que la teleserie anecdótica también cumplió su tiempo en Chile en algún momento y algunas tuvieron mucho éxito incluso. No me parece que haya que denostarlas de buenas a primera porque ahora ya no funcionan. Lo que pasa es que el éxito va generando como una especie de rechazo a lo que pasó antes y eso no creo que sea positivo. Creo que hay buenas y malas historias, así de simple, y uno como guionista tiene que detectar cuando algo se cae», agregó.
En esa misma línea, Illanes cree que «hay un sesgo que no sé si tiene que ver con la prensa o con la misma audiencia de los canales, que lo que nosotros llamamos teleseries turcas son series en realidad, es una narración de serie. En Turquía y en otras partes del mundo las dan una vez a la semana, por lo tanto uno no le puede exigir el mismo ritmo, el mismo tono a una teleserie nacional que a una teleserie turca. Y eso se nota cuando tú ves las turcas día a día. Hay una especie de reposo, como de calma en narrar y describir los personajes. Eso yo creo que está bien, pero hay que separarlo de lo que estamos haciendo nosotros, creo que hay mucho que aprender pero también hay que distanciarse un poco de lo que se hizo».
Respecto a su trabajo en Telemundo, el creador de teleseries como «Machos» y «Dónde Está Elisa?», explica que «en concreto es bien parecido, hay más producción, los actores tienen mucho más poder que en Chile, lo cual es bueno por un lado y pésimo por otro. Se graba muchísimo más que en Chile, el trabajo de guión es distinto porque trabajas con más gente, hay más orejas que escuchar, pero al mismo tiempo hay más posibilidades de llegar un poco más allá en términos de producción siempre. La producción es muy distinta, pero en lo concreto es muy parecido».