La cantante nacional reveló desconocidos pasajes de su llegada a la música, del difícil momento que vivió en el programa de talentos «Rojo» y cómo consideraba que sus compañeros «eran como actores».
Paloma Mami es una de las chilenas más exitosas del último tiempo. Con tan sólo 19 años, la intérprete de «Fingías» ha logrado posicionarse como la gran promesa musical de nuestro país, consiguiendo millones de visitas en las distintas plataformas donde comparte su música, además de acumular colaboraciones con variados productores de los más importantes de la industria, como DJ Luian y Diplo, a pesar de tener menos de 12 meses como cantante.
Este éxito arrollador la ha llevado a escenarios importantes como el del festival Lollapalooza Chile, donde consiguió una presentación colmada de público que consagró su popularidad en Chile. Pero esta historia no siempre fue tan amable, puesto que la joven tuvo su inicio en la música dentro del programa de TVN, «Rojo», donde pasó por distintas peripecias que la hicieron vivir dolorosos momentos.
Con tan sólo tres semanas en la competencia, Paloma Castillo se vio enfrentada a la temida «capilla», espacio del que fue salvada por el jurado de aquél entonces, quienes consideraron que presentó la mejor interpretación de los tres concursantes que se enfrentaban. Esto generó la inmediata furia del que fuera su coach, Leandro Martínez, quien debía alegarse y ayudarla, en vez de frustrarse por su victoria.
De estas circunstancias y más, habló la intérprete de «No Te Enamores», con la revista Sábado, de El Mercurio, dejando en claro que para ella, Leandro Martínez no era su coach, porque: «no lo sentí así, sentía que él competía contra mí. Todo ese momento era súper… Veía a mis compañeros, lo que no se mostraba en cámara, yo nunca había sentido tanto odio en una pieza, como que tanta gente me quería matar», expresó la cantante.
Además, frente a la relación con sus compañeros y los productores del programa, la joven dijo: «Yo lo encontraba increíble, en verdad. Eran como actores. Me acuerdo que todos los días me gritaban: «¡Paloma, sonríe que te están mostrando! ¡Cada vez que sales en la cámara no sonríes!». Y soy una persona tan real, no voy a pretender que me gusta algo si no me gusta».
En la misma publicación, se comunicaron con Eduardo Cabezas, gerente de producción de TVN, quien explicó que la animadversión que generó Castillo tenía que ver con: «Su actitud, el estilo, ella creció en Nueva York. En el fondo, era esta chica que venía con otra mirada, otra personalidad, y que venía con una tendencia súper clara de lo que quería hacer».