La exitosa comediante nacional escribió una extensa reflexión en torno a los límites del humor, considerando aquellas conductas que anteriormente se encontraban normalizadas, pero que por estos días se ponen en cuestionamiento constante, con miras a crear una mejor sociedad para todos.
Fue bajo este contexto que Natalia Valdebenito compartió una potente columna a través de la Radio Súbela, llamada «Cuando no es chiste», hecha en relación a la desafortunada rutina que realizó Mauricio Palma, con su personaje Violento Parra, en «Mentiras Verdaderas» la semana pasada.
«El compañero Mauricio Palma cometió un error. Bueno, varios. El primero de todos es hacer chistes sobre una comunidad oprimida y con una triste historia que carga suicidios y muerte, violencia y desolación. Recién nos damos cuenta. ‘Oye, pero no se puede hacer humor sobre nada ahora’, eso seguro lo dijo un humorista heterosexual cis que no comprende que hay chistes que siempre estuvieron mal», comenzó expresando la también activista feminista.
» Reírse de los homosexuales, hacer chistes sobre la violación, nunca, pero escuchen bien, nunca estuvo bien. Ahora se corre el límite porque hemos avanzado (no más un poco), y hacemos conciencia que las personas trans están ahí. Con mucho esfuerzo y lágrimas están presentes en nuestros días. Con mucho que perder se han hecho notar hasta llegar a hacer que tú al menos sepas lo que es ser una persona trans. Que hagas la diferencia entre gay y trans. Entre travesti y trans. Todo ha sido una lucha. Y no exagero si digo que muches han muerto en el intento por ser visibilizades y respetades», agregó.
Por otro lado, Valdebenito reconoció sus propios errores a lo largo de su carrera: «La máxima de la comedia es pegarle al poder y sí, todos hemos cometido errores. Como comediante he cometido muchos. No los borraría, pero los odio. Creo a pesar de eso deben ir de la mano junto a mis logros, si no, no se aprende, y no habría avanzado nada. Cómo olvidar cuando se me ocurrió sacarle un pantallazo a la cara de un joven y escribir en un tweet ‘esa carita'».
«Pero, ¿qué pasa cuando quienes tu “usas” para tu chiste se ofenden? Y no se ofenden porque les parezca fome, si no porque después de algo así se viene la arremetida del universo que los rodea. Y los comentarios crecen y las ofensas se multiplican y llegan los insultos, las burlas otra vez, los ataques. Los mismos que te dieron cuando eras niñe, los mismos golpes que te dieron por “ser la niñita” o “el niñito” del curso. Los recuerdos se toman el presente y si habías avanzado puedes retroceder y volver a llorar», complementó.
Finalmente, la actriz reflexionó: «En fácil, a veces no eres la persona que debes hacer ese chiste. No soy trans, no debo ser yo quien haga un chiste sobre aquello. ‘Oye, pero no se puede hacer humor con nada ahora … todo les molesta’. No, no va por ahí. Más tiene que ver con revisar las razones que te invitan a reírte de una comunidad que no conoces, que te queda lejos, y que encima han sido históricamente atacadas solo por existir (…) ¿Nos podremos algún día reír de todo? ¿Pero de todo, todo? Es posible, cuando no nos maten por ser mujeres, ni homosexuales, ni lesbianas, ni trans, ni negras, ni indígenas, ni pobres, ni ..! Cuando deje de existir la desigualdad por existir. Yo hago chistes sobre hombres y los seguiré haciendo, supongo que ahora se entiende mejor por qué».
Puedes leer la columna «Cuando no es chiste» completa, acá:
Cuando no es chiste — Súbela Radio (subela.cl)