La denominada «Fierecilla de Yungay» también se vio afectada por la emergencia sanitaria que vive el país a causa del coronavirus. Desde febrero que tiene detenido su emprendimiento sobre confección y arriendo de disfraces. A raíz de eso, es que en los últimos meses se ha dedicado a distribuir frutas y verduras en Yungay y las cercanías.
Por la situación que atraviesa, Angélica Sepúlveda recurrió a un banco para pedir un crédito, el que no se lo dieron por no cumplir con los requisitos, por lo que utilizó su cuenta de Instagram para descargarse. «Según la ficha social estoy entre Farkas y Luksic», manifestó en la imagen que acompañó el texto.
«We… que pasan en Chile. Hoy fui al banco a pedir préstamo para nuestro taller de confección y arriendo de disfraces que está parado desde febrero por el Covid y, ¿saben qué me dijeron? QUE NO CUMPLO CON LOS REQUISITOS», comenzó relatando.
Según explicó, «para algunos soy muy pobre, pero para acceder a beneficios del Estado de Chile soy millonaria. Estoy que agarro mi honda con una güena piedra y se la tiro directo a la sesera a esos w….. de la Municipalidad que lo único que hacen es calentar el asiento».
Con situaciones como éstas, Sepúlveda aseguró entender «cuando salen con furia a la calle a pedir mejoras para todos… Canastas de alimentos, bonos, fondos para invertir, ayuda social, y bla bla bla. ¿A quién cresta le entregan esas cosas si con todos los que hablo no les ha llegado nada?».
Por último, quiso finalizar con un recado dirigido a la clase política: «Ni se les ocurra pasar por mi casa por un voto después, porque la tía Paty de ‘Morandé’ es una alpargata al lado mío y cuando me enojo, meee enoooojooo».
Al darse cuenta del revuelo que generó su publicación, insistió en su crítica al Gobierno. «Nos culpan una y otra vez de todo, como si fuera tan fácil quedarse mirando por la ventana después de cuatro meses sin trabajo y deudas y más deudas», sostuvo.
“Está difícil quedarse en hibernacion, mientras no nos aseguren las condiciones mínimas”, cerró.
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