Este martes, el influencer fue el invitado de «Buenas Noches a Todos», lo que significó su regreso a la pantalla chica después de ausentarse por tres años. En ese contexto, el empresario se sinceró con Eduardo Fuentes sobre la situación y aseguró que aún no entiende lo que sucedió.
Karol Lucero tuvo una abrupta salida de la televisión chilena, siendo su último trabajo en «Mucho Gusto». En ese aspecto, el anfitrión del espacio le consultó «qué pasó», dándole un pase para que contara el inicio de la historia, desde su mirada.
«Es una pregunta que me he hecho los últimos tres años, sin llegar a una conclusión que me deje satisfecho», indicó el autor de «Like». A continuación, recordó que todo comenzó cuando recibió un llamado de Mega para pedirle que ese día no asistiera al matinal.
«Ya había ocurrido lo del estallido y había consignas en mi contra, pero afuera del canal había un rayado de ‘Muerte a Karol’. El canal lo vio como una amenaza grave, no sólo para mí, sino para todos, así que decidieron sacarme de pantalla un tiempo hasta que pasara», explicó. Sin embargo, la conmoción por la contingencia social no terminó tan pronto como esperaban; «Así fue como esta bola de nieve comenzó a crecer de manera desproporcionada», acotó.
Consultado por si «peleó» su salida, Lucero manifestó que no, porque «lo entendió», aunque afirmó que algo que aún no puede comprender es todo el odio que recibió por las demandas populares, que de hecho él apoya. «Era mi pregunta, ¿Por qué merecería morir?, ¿Qué hue… hice? Es lo que me pregunté en ese momento, nunca me imaginé que esa bola de nieve se iba a transformar en un episodio que iba a enterrar lo que había construido con mucho esfuerzo y dedicación», sostuvo entonces.
Eso sí, reconoció que cometió errores de joven, pero que la reacción de la gente «fue completamente desproporcionada». «Pero merecer morir o ser tratado como delincuente… No está dentro de mi posibilidad de entender qué pasó o por qué ocurrió, aún no lo sé», reflexionó.
Finalmente, Lucero señaló que lo llaman «degenerado, acosador, violador o funado» y que lo ponen al nivel de personas que han sido sentenciadas por entidades públicas. «Yo no soy Nicolás López, no soy (Martín) Pradenas. Nunca he recibido una acusación de una persona con nombre y apellido», sostuvo, acotando que lo han llegado a calificar como «estafador», siendo que no hay denuncias en su contra.