En el contexto de la nueva película de Matías Bize, «Mensajes Privados», que aborda diversos relatos de abusos y conflictos emocionales, el destacado actor que cuenta su propia historia en la cinta, contó cómo cambió su vida desde que hizo públicos sus más internos dolores.
Fue hace algunas semanas que, a propósito del filme en el que participa, Nicolás Poblete reveló públicamente que junto a su hermana, sufrieron abusos por parte de un tío psiquiatra cuando eran unos niños. «Tuve crisis de pánico desde los 9 años hasta los 33, cuando supe por qué tenía este síntoma que no entendía», adelantó el artista.
En entrevistas anteriores, el intérprete había declarado que el abusador es «un tío político, casado con la hermana de mi papá, un psiquiatra afamado en Chile, que siempre ayudó mucho a la familia».
Tras recibir un importante reconocimiento por la película en el Festival de Cine de Málaga, Poblete confesó a The Clinic por qué quiso hacer público su relato. «El cerebro bloquea traumas y estos se evidencian cuando el individuo logra tener a su alrededor un ambiente amable, capaz de contener tan traumática verdad. Es por eso que los tiempos para hablar no están determinados y dependen de la biografía y desarrollo de vida de cada persona en particular», reflexionó.
«Creo que canalizar nuestras biografías y mostrar nuestros dolores o nuestras alegrías a través de las artes, es la manera más sana de dialogar. Esta fue para mí la oportunidad de llegar a lo que creo más profundo de mi oficio actoral», se sinceró, reconociendo haber pensado «que estaba loco, al igual como pensaba mi hermana. Parte del daño es confundir sintomatologías de abuso con sintomatologías atribuibles a enfermedades psiquiátricas que no tenemos».
El ex actor de Canal 13 agradeció a su familia y círculo cercano. «Sin duda este apoyo es determinante a la hora de abrir la verdad. Es un dato conocido que la abrumadora mayoría de las personas que hablan, dicen la verdad. No logro imaginar el dolor que debe sentir alguien que, decidiendo hablar, no es escuchado», opinó, apuntando de todas formas a ciertos silencios que le incomodaron. «Todo aquel que defiende a ciegas, podría llegar a ser cómplice», enfatizó.
«Mi desafío biográfico y artístico no lo determina él. No sé si lo he superado y no creo ser yo tampoco quién tenga la última palabra al respecto. Lo que yo sé, es que he hecho todo lo posible», sentenció para finalizar.