Una nueva polémica se ha desatado durante los últimos días en el conflicto que enfrenta a Iván Núñez en contra de su ex mujer, Marlene de la Fuente, a la cual se ha sumado uno de los hijos de los dos que, por medio de sus redes sociales, decidió exponer los serios problemas de funcionamiento de la casa en la que viven, por la supuesta falta de ayuda del periodista.
Todo partió con las críticas que la mujer lanzó en contra de la actual pareja del periodista de TVN, Thaís Jordão. «Siento el deber de aclarar algunas publicaciones realizadas por una mujer externa a mi familia. Ya han pasado tres años de mi separación y a petición de los rogantes (mis 4 hijos, uno mayor de edad y otra con 17 años) expongo algunos documentos para esclarecer dichos de los cuales causaron y continúan dañando emocionalmente a mis niños, quienes tuvieron que enfrentarse a crueles preguntas y comentarios debido a las publicaciones realizadas por ella. Ya no aceptaré más incomodidades ni tristezas para mis niños», partió la mencionada declaración.
«Si no aclaro, esta mujer dirá el día de mañana que soy delincuente y esa mentira se reproducirá de la misma manera», expuso en aquella ocasión, lamentando «que el padre de mis hijos permita esta incomodidad para los niños».
A raíz de lo anterior, arremetió Núñez asegurando que las declaraciones de su ex mujer son completamente falsas. «Datos matan relatos… llevo más de 3 años soportando en silencio la difusión de mentiras sobre mi separación. Parte de los responsables ya están en juicio por injurias (uno ofreció disculpas que no fueron aceptadas y la otra se ha defendido diciendo que no es periodista). Jamás diré nada en contra de la madre de mis hijos por respeto a ella, amor a mis niños y 19 años de vida en común», se defendió.
«Los datos son los datos y aquí van: El Cuarto Tribunal de Familia fijó una pensión de alimentos provisoria de casi 3 millones de pesos que se ha pagado y se paga religiosamente. Para dudas y escépticos consultar al Tribunal. Adicionalmente pago la casa donde viven mis hijos. Una vivienda de 4 pisos ubicada en Los Dominicos, con piscina, biblioteca, gimnasio, 800 metros cuadrados de jardín, 5 baños, 6 habitaciones y subterráneo», detalló, apuntando contra su ex al señalar que «sigo felizmente en pareja junto a @thaajordao7 quién SÍ trabaja día a día (no basta DECIR que uno trabaja, hay que hacerlo) y nuestro foco es el bienestar de nuestro hijo Héctor y emparejar la cancha».
Sin embargo, en las últimas horas a través de la cuenta de Instagram del hijo mayor de la ex pareja, llamado Diego Núñez, se recogieron algunas declaraciones en donde se mostró a favor de su madre. «Nuestra casa pasa inundada y sin electricidad… Todas las cañerías están podridas y por eso mismo se echó el circuito eléctrico. Entiendo que hay personas que están peores que nosotros, pero eso no hace que lo que estemos pasando sea normal», escribió el joven.
«Posterior a un divorcio, el que no se queda con los niños debería proporcionar un apoyo económico que sostenga un estilo de vida igual o similar al que se tenía anteriormente», opinó, asegurando que «estamos a meses de terminar el colegio y si no se paga la deuda antes de eso, en noviembre no me van a dejar hacer la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior)».
Y así fue como en las últimas horas, la misma Marlene de la Fuente salió a aclarar las declaraciones de su hijo en un reciente capítulo de «Me Late». «Cuando terminamos la relación, yo hablé con él, para ver cómo lo iba a hacer, hasta que yo me levantara (económicamente). Me dijo: ‘Todo va a seguir igual, porque esto es un error mío’», expresó, invitando al público a recordar «que yo estuve en la casa trabajando, laboralmente como mujer, cuidando a 4 hijos, y además trabajándole a él».
Según el relato de la mujer, Núñez faltó a su compromiso. «Las cosas comenzaron a bajar, y yo decidí irme a juicio. Cuando una mujer llega a esa instancia, es porque el padre no quiere pagar las cosas», criticó, afirmando que «yo estoy exigiendo una pensión para mis hijos, porque yo no estoy pidiendo nada, nada», y que no busca compensaciones económicas personales. «A mí no me importa eso, sería ridículo llegar a exigir algo así. Aquí lo que me interesa son los cuatro niños», enfatizó en esa misma línea.
«Yo les quiero decir que hoy la casa no tiene piscina ni jardinero, porque no hay forma de mantenerla. Además, es un inmueble que se ha inundado tres veces. Nos hemos tenido que levantar a las 2, 3 o 4 de la mañana para sacar el agua», manifestó la mujer, finalizando su relato al comentar que «mis hijos lloran derrumbados al ver la casa en el suelo, en invierno sin calefacción. Cuando Iván vivió ahí no tuvo ningún problema. Qué pena tener que separarme y que él le haga eso a sus hijos».