La palabra “multifacética” calza perfectamente con Javiera Díaz de Valdés. Porque, si bien se hizo muy conocida como actriz de cine, series y telenovelas (alcanzó la fama gracias a la película “Sexo con Amor” y fue parte del elenco de “Verdades Ocultas”, por ejemplo), también ha sido modelo y hoy es emprendedora.
Fue precisamente su negocio, la línea de skincare LIBRA, lo que motivó a la periodista Javiera Quiroga, fundadora del portal Economina, a entrevistarla en el pódcast “Más que Titulares”. Pero la conversación al final abordó varios otros temas.
Díaz de Valdés habló, por ejemplo, de su experiencia al regresar a un Chile conservador y clasista a fines de los 80, tras vivir su infancia en España. También se refirió a sus inicios en el modelaje, de cómo se convirtió en actriz y de su paso por la televisión. Hasta que Quiroga le mencionó sus acusaciones de hace unos meses en contra de Pablo Mackenna, quien fuera su marido entre los años 2006 y 2012, por el no pago de la pensión alimenticia.
Con el escritor y antiguo presentador de televisión tuvieron una hija, Rosa Mackenna, hoy de 16 años. Pero, según lo expresado por Javiera Díaz de Valdés, Mackenna no se hizo cargo de la manutención de la niña luego de su separación, convirtiéndose en un “papito corazón”.
“Llevamos años ya, Pablito”. “Como no contestas el teléfono, te hablo por acá, siempre presente con frases elocuentes y tan justas”, fueron algunas de las frases que le lanzó a su ex en agosto a través de sus redes sociales.
Violencia económica y psicológica
Conversando sobre esta situación en el podcast, Javiera Díaz de Valdés señaló que las deudas por pensión alimenticia son “un tema gravísimo, que no ha sido suficientemente tocado”.
Criticó que se habla siempre de la violencia sexual hacia la mujer, «de los abusos sexuales y nos olvidamos de que también está la violencia económica”.
Destacó que “esa violencia económica es psicológica también, para los hijos y para la madre”, contando que gracias a su colaboración con la Fundación Nuestros Hijos, ha comprobado que son las madres las que casi en exclusiva se echan sobre sus hombros la crianza y solución de problemas de sus hijos.
“Se vienen (a Santiago) y dejan el trabajo, dejan a sus otros hijos, dejan su casa, dejan todo”, destacó. “Los padres, no todos, pero el 90% o más, brilla por su ausencia (…). No puede ser”, agregó.
Señaló que aunque ha intentado ser siempre discreta con sus temas familiares, la cuestión de la pensión alimenticia la superó. “Hubo un día en que (dije) ya no”, cerró.