Desde su estreno, «Hay que Decirlo» es un programa que ha generado gran interés en los televidentes y en este contexto, Nacho Gutiérrez, su conductor, junto a Pamela Díaz, realizó un balance de estos cuatro meses en pantalla. En una reciente entrevista con Página 7, compartió sus impresiones y reflexiones sobre el éxito del proyecto.
En la conversación con el citado medio, Gutiérrez mencionó que, para muchos, la evaluación del programa se basa en cifras. «Para mucha gente la evaluación es bien evidente, porque a nosotros nos miden con números, como en la radio», comentó. Sin embargo, hizo hincapié en que su propia evaluación es más emocional y personal porque «es súper distinta y es mucho más positiva todavía», añadió, enfatizando que disfruta del trabajo en equipo.
Dos de los cambios más notables en el programa fue la salida de Arturo Longton y Cecilia Gutiérrez, quien se trasladó a «Primer Plano». A pesar de estas transiciones, el panel se ha fortalecido con la llegada de nuevos rostros como Felipe Vidal y Rayen Araya. «Es un agrado el grupo que está al aire y fuera del aire», afirmó Gutiérrez, quien valora la conexión que ha establecido con su equipo.
Un programa terapéutico
El animador también destacó el carácter sanador del proyecto. «El programa es bien terapéutico para mí, por ahí va el éxito que ha tenido», confesó. Esta conexión emocional no solo se traduce en buenos ratings, sino también en un ambiente de trabajo positivo que se siente desde el set.
La camarería es tal que «cuando hay personas como la Ceci que tomó la decisión de irse a otro canal, todo lo conversamos, todo es en el umbral del amor», aseguró el periodista rompiendo con la idea de tensiones habituales en la industria.
El ex «SQP» concluyó su balance con una nota positiva, reafirmando su entusiasmo por el programa y su equipo. «Pese a todo, mi evaluación es tremenda, porque es un agrado llegar al canal y trabajar con todo mi equipo», cerró.