El rotundo fracaso de “Minas al Poder” se podía oler en el ambiente. La sensación de programa “galleteado”, corroborada por un lapidario artículo del portal “El Dínamo”; la deficiencia en rutinas con mucho cliché femenino y poca contingencia y profundidad; y la sensación de que nunca pudieron sacarse de encima el fantasma de Natalia Valdebenito terminaron conspirando en su contra. Aunque se diga oficialmente lo contrario, resulta imposible desligar la génesis de este programa con el exitazo de la Valdebenito en el pasado Festival de Viña. Esa era la altísima vara con la que fueron medidas, y claramente ni todas juntas alcanzaron siquiera a arañarla. De hecho, lo lógico era que Natalia fuera parte del programa, lo que resultaba imposible debido su postura poco mediática y la presencia de Alison Mandel (esposa de Pedro Ruminot) y Bernardita Ruffinelli (con quien tuvo una polémica mediática cuando competían con programas matinales en radios por internet, Natalia en Subela y Bernardita en Niu Radio).
Resulta paradójico que en un programa donde se intentó resaltar lo femenino, las rutinas mejor criticadas fueran las de un transformista, en particular Botota Fox. Sería sumamente interesante verla en el próximo Festival de Viña. Sin las licencias que se puede tomar en sus videos del “Juego de la Botota”, se alcanzó a apreciar su gracia, picardía e incorrección política. Del resto, destaco a la Ruffinelli, también con freno de mano en televisión (en su época en Niu Radio y en sus shows en vivo es la versión con falda de Don Carter). Alison Mandel e Ingrid Parra lucieron más por su notable belleza que por sus rutinas; “Chiqui” Aguayo muy concentrada en los lugares comunes femeninos; “Doña Tencha Salvaje” haciendo gala de rutinas obsoletas y dejando en claro que lo suyo está más bien en la radio; y la duda acuciante acerca de qué tipo de comedia intentó perpetrar Valentina Saini. Algunos de sus colegas le prestaron ropa, pero sinceramente no le encuentro mayor gracia. Es como una mezcla incompleta entre Luli y Cathy Barriga.
Resulta difícil de creer que estas sean las mejores exponentes femeninas de la comedia stand-up de Chile. Aparte de la Valdebenito, hay gente de mejor nivel como Jani Dueñas, Paloma Salas y Natalie Nicloux. La gran pregunta es si alguna de ellas está en condiciones de ir al próximo Festival de Viña. Ya se menciona a la “Chiqui” Aguayo como parte del show, y Alison Mandel prefirió pasar por este año y actuar en Olmué. Creo que, si les dan la libertad editorial que tuvieron la Valdebenito y Edo Caroe en febrero pasado, la Botota Fox y la Ruffinelli podrían ser buenas cartas. Aunque es muy posible que salgan airosas, dudo que logren acercarse al fenómeno que fue Natalia Valdebenito.