En un nuevo capítulo de “De tú a tú”, Martín Cárcamo recibió en su programa al cantante y empresario Miguel Esbir Barco, más conocido como Miguelo, quien habló de su familia, sus excesos y los cambios que decidió hacer en su vida.
El cantante está separado hace varios años de Ana María Cumming, sobre cómo la conoció, confidenció que estaba leyendo La Segunda y ve una foto de ella y se enamoró. Finalmente se conocieron cuando la modelo fue a un martes femenino en donde él estaba cantando. Pololearon un año antes de casarse.
Miguelo define los primeros años de su matrimonio como atípicos. Cuando se casaron, su primer hijo, Miguel, ya tenía un año. Se devolvió de México a casarse. “Fue todo lindo, tengo muy buenos recuerdos de ella, en todo sentido”.
Esbir contó sobre uno de los momentos más complejos que ha vivido, el accidente de su hijo Sebastián. “Nació Miguel, después nació Sebastián. Un día me llaman al teléfono de mi oficina, y me dicen que Sebastián había tenido un accidente. Era el mes de noviembre. Ahí comenzó otra vida, otro cuento, otra historia, para todos nosotros”. El pequeño de tres años cayó a la piscina y estuvo mucho tiempo en el agua, sin que nadie se diera cuenta. “Me quedé como un mes en el pasillo de la clínica. Tengo momentos medios borrados. Cuando abrió los ojos y me reconoció, yo estaba muy alegre, pero iba a queda con secuelas. No importa, la cosa es que está viviendo”.
Llevaron al niño a Cuernavaca por mucho tiempo, en donde lo operaron de los tendones. “Fue otra etapa cuando llego a la casa. Un regimiento de gente que lo ayudaba. Fue fuerte (…) Me rebelé. ¿De qué Dios me estás hablando? Pero al que le pasó el accidente fue a él, no a ti, entonces no tengo derecho a juzgarme tanto. Y vamos saludándolo y besándolo, aprovéchalo me decía a mí mismo”.
Hoy, Sebastián tiene 30 años. “Es un niño muy valiente porque ha crecido su cuerpo así también, entonces yo pienso como papá que él se ha comido los propios dolores físicos en su crecimiento. Es un niño que tiene una mirada feliz”.
«Tiene 30 años, es todo un hombre. El más valiente de todos” agregó orgulloso Miguelo sobre su hijo.
El accidente dejó sus consecuencias en la pareja. “Hace dos años que podemos hablar de este tema así como lo estoy hablando contigo, que nos destruyó, destruyó muchas cosas. Tuvimos que empezar vida nueva. Siempre preocupados de Sebastián. Y se vino la separación y ahí me fui”. A los tres meses del accidente de Sebastián se separaron. “Siempre tratando de ser lo más civilizado posible”.
Además, indicó que perdió su negocio porque lo dejó botado. Le aconsejaban que saliera porque estaba encerrado. Ahí llegó el momento en que hizo sociedad con el Miguel «Negro» Piñera. “Yo estaba esperando una cosa así, porque quería escaparme. Sufrí de escapismo. Me pegué un bypass como de seis años que no era lo mío, para volver a mis valores. Toqué fondo. Mucha fiestoca que no llevaba a nada. No me la entiendo hasta ahora. Pero tenían que pasar para ser la persona que soy ahora”.
Su vida comenzó a estar sobrepasada, “el ‘Entre Negros’ era todo excesos, empezando por los dueños. Los amigotes tomando gratis. Sufrí de escapismo porque no quería eso para mi vida. Quería casarme una sola vez, si yo soy lo más conservador que hay, pero no me resultó. Y ahí quedé pegado. Aún tengo los fantasmas con eso. De tener un compromiso nuevo”. Él cree que el accidente de su hijo tuvo que ver en su quiebre matrimonial.
Pero llegó el momento en que decidió que tenía que cambiar su forma de vida. “Cuando estaba la época del ‘Entre Negros’ muy mal, yo trataba de tirarlo para arriba, me contrataron del Hotel O’Higgins para cantar. Estuve como un mes allá, dejé botado el negocio, se quedó una persona a cargo. Alguien falsificó unos cheques, mi firma, y cargaron en contra de mí, y me fui detenido por 3 días. Me llevaron a la cárcel de Valparaíso, me iba a quedar ahí, y esa noche me trasladaron a Santiago, hasta que se dieron cuenta que las firmas no eran mías, pero igual estuve tres días. Ahí me di cuenta que Calle Suecia a la cresta, nunca más estas amistades, nunca más esto”. Ese fue su punto de inflexión y se mudó a Concón.
Miguel reveló que lloró mientras estaba detenido. “Me dio mucho que pensar (…) Fueron muchas preguntas, me sirvió de experiencia con cosas que no voy a volver a hacer. El no cuidarme, ser tan confiado”. Nunca más volvió a ver al Negro Piñera. “Si nos vemos, nos vamos a saludar, pero no sé si lo abrazaría”.
Finalmente, Esbir contó que sus prioridades hoy son “repartir cariño como sea, que mi familia esté bien, mis hijos, mis nietos, y estar bien para poder disfrutarlos”.