Después de su polémica desvinculación de Mega, tras el error que cometió al llamar en vivo y en directo de «paco» al cabo Daniel Palma, que recién había sido asesinado por delincuentes, Paulina de Allende-Salazar rompió el silencio en una reciente entrevista.
Fue en conversación con la Revista Sábado, que la periodista partió refiriéndose a las miles de denuncias que recibió por causa de su exabrupto en el Consejo Nacional de Televisión. «El CNTV aún no dirime su posición frente a esas denuncias, si se acogen o no se acogen, si son relevantes o no», aclaró en primer lugar», remarcando que «no somos nosotros, ni es un canal de TV el que debe emitir un juicio».
La ahora ex reportera de «Mucho Gusto» contó incluso que debió cambiar su número de teléfono porque «ese día recibí muchos mensajes por WhatsApp: sacerdotes, carabineros, alcaldes, diputados, gente que uno conoce en público, pero impresionante. Y, luego, ya más tarde, me empezaron a llegar mensajes de gente que no conozco que me decía: ‘Su teléfono está siendo publicado en estas páginas'».
Por otra parte, la mujer aprovechó de desmentir la versión sobre una supuesta desobediencia con la jefatura de Mega al no querer irse del lugar de los hechos. «Eso es falso», aseguró, cuestionando además al general de Carabineros que le pidió que se retirara. «El general no supo distinguir un error y una disculpa. No supo leer la responsabilidad… porque los carabineros también tienen responsabilidad de hacer que se cumpla la ley», manifestó.
Las críticas de Paulina de Allende-Salazar a Mega
En la misma entrevista, Paulina de Allende-Salazar reveló que se enteró de su despido de Mega, cuando aún iba en camino al canal y sus compañeros Gonzalo Ramírez y Karen Doggenweiler, leyeron al aire el comunicado en el que se informaba de su despido.
«Me llamó la atención que hicieran un comunicado y lo leyeran al aire antes de oír mi versión, sin yo ni siquiera había llegado al canal. Además, a través de un medio de comunicación tan importante como es Mega, que es muy relevante, muy masivo. Más que traición o no traición, yo diría que hasta el día de hoy no comprendo la lógica de ese comunicado», criticó en primer lugar.
La periodista con décadas de trayectoria llegó a afirmar incluso que «mi despido fue apresurado e irreflexivo».
«Una empresa privada puede hacer lo que quiera. Son libres de decidir. Pero más allá de eso me parece una mala señal para el ejercicio de la democracia; una mala señal para el periodismo, para la imagen de un medio de comunicación que su gente sienta que si cometen un error, porque esa es la causal que ellos han esgrimido, los van a despedir», sentenció.