Después de una larga espera y muchos problemas de producción, el sábado 03 de octubre TVN estrenó la versión criolla de la famosa serie sesentera «Mi Bella Genio«, protagonizada por la siempre dulce Mariana Derderián como Jenny y César Sepúlveda como el astronauta Tomás Parra.
La conocida historia fue bien adaptada a nuestra «realidad»: los dichos, personajes y situaciones están de acuerdo a nuestra idiosincrasia, haciéndola más cercana, incluso añadiendo ingredientes extras como chistes de doble sentido y explotando el personaje de Conina (Ingrid Isensee), novia del mayor e hija del general Víctor Echegaray (Julio Jung), el jefe. Así las situaciones se hacen más complicadas para el joven amo.
Si bien el peso de la historia se lo llevan los protagonistas, son los personajes del elenco los que sacan varias de las risas. Julio Jung demuestra una vez más que la comedia de situaciones es lo suyo, Ramón Llao como el coronel Milla (el doctor Bellows criollo) nos entretiene al igual que su original; y Roberto Farías como el capitán Walter Toro, el mejor amigo de Tomás, se muestra igual que sus anteriores interpretaciones (Jappening, Los exitosos Pells), improvisado, divertido, delirante, casi picante, explotando de buena forma su actuación y dandole una versión más dinámica y divertida al ya conocido mayor Healey, aunque ¿hasta cuando podrá seguir repitiendo el personaje?.
La bella genio Jeannie y el mayor Anthony Nelson criollos, aquí Jenny y Tomás, se complementan maravillosamente. Si bien en el primer capítulo se nota una debilidad actoral, el ritmo entre ellos va in crescendo, mostrándose lúdicos, traviesos, livianos y frescos, tanto que dan ganas que el mayor se quede con esta genio. Se ven lindos juntos, gustan tanto que no se extraña la excepcional pareja interpretada por Barbara Eden y Larry Hagman.
Con los mismos efectos que la original y una serie de anécdotas que entretienen, esta serie cumple con las expectativas, lamentablemente el riesgo de hacer un remake de una serie tan famosa como ésta se presta inevitablemente para las comparaciones, así que la puedes amar o detestar, sin términos medios.