Con la reciente venta del refugio de montaña que ambos poseían en Aspen, Colorado (en el centro de EE.UU.), Melanie Griffith rompió el último vínculo que aún mantenía con Antonio Banderas desde su divorcio en 2014. Una transacción que le permitió ingresar unos 4,3 millones de dólares en su cuenta corriente, una cifra que representa menos de la mitad del pretendido precio original (9,9 millones de dólares), pero que es más de lo cancelado al momento de su compra: 3,55 millones de dólares.
«Los niños han crecido y yo me divorcié», explicó acerca de los motivos para deshacerse de la propiedad de 700 metros cuadrados. «Ya no voy tanto, y es una casa muy familiar», agregó.
Griffith y Banderas compraron la casa, ubicada a 20 minutos en auto del centro de la ciudad, en 2002. Se trata de construcción de madera con tejados de pizarra negra a dos aguas, rodeada de flores y árboles, cinco dormitorios, seis baños, una inmensa chimenea de piedra en un salón con vigas a la vista, sala de billar y una bodega en el sótano con capacidad para 9.000 botellas de vino, explicó la cadena CNBC.
Tras el divorcio de la pareja, este refugio se convirtió en el único lazo material que quedaba de su matrimonio de 18 años y una hija en común, Stella del Carmen. Un lugar de ensueño «donde no ves nada más que naturaleza salvaje», según Melanie Griffith, pero que la actriz ya casi no disfrutaba. Hoy la familia ha hecho de Los Ángeles, en California, y a 1.600 kilómetros de distancia, su cuartel general.