«No es que me avergüence, lo que me pasa es más profundo. Para mí fue super heavy», admitió una de las ex figuras femeninas del exitoso reality estrenado por Canal 13 en 2012.
En conversación con Carolina de Moras, a través de su programa online por Instagram, la ex chica reality Simone Mardones reveló inéditos detalles de su paso por «Mundos Opuestos», aclamado programa de telerrealidad transmitido en las noches de Canal 13, del cual la joven fue participante en su segunda temporada.
La figura televisiva, que ahora es madre de dos hijos e inició un emprendimiento de mantequillas, admitió que volvió a ver el reality recientemente por la pandemia, «y fue súper heavy porque me ayudó mucho a crecer y a conocerme a mí misma. Porque a veces uno cree que se conoce, hasta que se empieza a mirar. Verte grabado y ver ese tipo de reacciones, para mí fue súper fuerte estar encerrada. Estuve seis meses encerrada, lejos de mi familia y fue heavy. Pero sí fue una experiencia maravillosa que me hizo crecer y me sigue ayudando a crecer. No me da vergüenza, solo que me da cosita», declaró.
La también actriz desclasificó que hasta en el baño habían micrófonos. «Es súper incómodo. No existe la intimidad. Los baños también son como de cartón. Es un set de televisión. Entras al baño y ya el micrófono es lo de menos porque la puerta es casi transparente. Estás súper vulnerado todo el tiempo y después se te olvidan las cámaras, como que empiezas a vivir realmente. Yo me sentía en un manicomio, encerrada», reconoció.
«Es súper incómodo. No existe la intimidad. Los baños también son como de cartón. Es un set de televisión. Entras al baño y ya el micrófono es lo de menos porque la puerta es casi transparente. Estás súper vulnerado todo el tiempo y después se te olvidan las cámaras, como que empiezas a vivir realmente. Yo me sentía en un manicomio, encerrada. Además hay luces blancas», confesó Mardones, que también fue panelista de «Caiga Quien Caiga» durante un tiempo.
Según el relato de la joven, los participantes que «se desbordan» son los primeros que van dejando la competencia. «Hay algunos que no soportan más y chao, para afuera. Me di cuenta que me pesó ahora, viéndolo. A los cinco meses yo no quería más. Me nominaban y era como ‘no importa’. Me dejé perder en la última competencia porque ya no podía más. Bajé diez kilos, salí con trastorno alimenticio, miraba la comida y era como… Lo pasé mal. Fue muy muy intenso, no sé si podría volver a repetirlo en mi vida ni lo recomiendo», sostuvo antes de finalizar.
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