Durante la jornada de este sábado por la noche, «La Divina Comida» tendrá un episodio especial dedicado a los realities. Los cuatro íconos del formato seleccionados son Álvaro Ballero, Janis Pope, Gonzalo Egas, y, por último, Ignacia Michelson.
En la especial instancia que vivirán los comensales, Álvaro Ballero se sincerará con relación a varios aspectos de su paso por «Protagonistas de la Fama», incluyendo uno de los momentos más complejos de su vida. En ese sentido, confesará que siempre fue «el ñoño» del curso y que su ingreso al programa lo convirtió en galán.
«Siempre fui súper ñoño hasta que entré al reality y como que empecé a descubrir que le gustaba a las cabras po’. Yo era súper conservador, yo quería llegar virgen al matrimonio», indicará para la sorpresa de los otros participantes.
En esa línea, Ballero señalará que luego de que su padre consiguiera trabajo en Santiago, llegó sorpresivamente a la capital desde la región de Valparaíso con un particular, pero claro objetivo en mente.
«Yo empecé a trabajar de vendedor, y yo en paralelo buscaba todo el rato ver la posibilidad de entrar a un programa de televisión, porque yo quería ser lector de noticias. Después irme a Miami y competir con Don Francisco, así de engrupido», manifestará.
El complejo momento tras la fama
Con respecto al éxito que significó su paso por el reality, Ballero recordará algunas anécdotas personales en las que tuvo que resguardarse por tanta gente reconociéndole en las calles. «Disfruté la fama sin carretear, sin ir a Sala Murano, nada, me cargaba ir a Sala Murano. Yo disfrutaba de ñoño: ¡Uy, estoy siendo famoso, como siempre quise!», dirá.
Sin embargo, en determinado momento Janis le preguntó si hubo algún período de amargura en todo esto y el ex chico reality confirmó que sí lo vivió, cuando su pareja quedó embarazada de su primera hija. En esa línea, explicará que, como no conseguía trabajo, debió ser vendedor. «El primer mes gané 318 lucas«, sostendrá.
«Voy caminando un día con mi capucha, porque me ponía capucha en la noche para que no me reconocieran y me puse a llorar, llorar, llorar. Lloraba como cabro chico, entonces cuando yo me fui caminando un día, digo chuta, perdí todo, perdí la oportunidad de ser famoso, perdí la oportunidad de un contrato en televisión, pero en realidad no había perdido nada, había ganado todo, hue…», serán sus palabras.
Finalmente, Ballero acotará que luego llegó a Canal 13 para trabajar como asesor creativo de «Mundos Opuestos». «Que alguien haya creído en el chico reality para colocarlo en estos puestos daba a pensar que se pegó en la cabeza«, comentará.