Ya el rumor es un hecho y la confirmación la hizo nada menos que Rodrigo Muñoz, el actual suegro de Camilo Zicavo. Y es que en un fail o con la naturalidad misma de la actual realidad amorosa de su hija Daniela, el actor reveló lo feliz que estaba con el pololo de su retoña.
Entrevistado por La Cuarta, el actor señaló, sin tapujos, la relación de Daniela Muñoz con el ex marido de Denise Rosenthal, que hasta ese momento se mantenía en el ámbito de las especulaciones, alabando los talentos del cantante.
“Camilo Zicavo, me encanta mi yerno. Fui a su recital el otro día y quedé para adentro”, detalló el intérprete. “Es como el (Gustavo) Cerati chileno. Le irá la raja. Está recién incursionando en este estilo solo, pero buenísimo el show. De una hora y media o dos horas. Todo el mundo encantado”, relato al citado medio.
Rodrigo Muñoz agregó que conocía a Zicavo desde que era parte del grupo “Moral Distraída”, pero ahora (más) porque era pareja de su hija Daniela.
“Es muy buena onda. Nos llevamos bien y apañamos. Fue al primero que le presenté a mi polola. ¡Antes que a mi hija!, contó entre risas el actor sobre la complicidad que ha establecido con el músico de 35 años.
Doble felicidad
Para Rodrigo Muñoz, la relación de su hija con Zicavo y la suya propia, han significado una alegría en su vida, tras la separación de Claudia Pérez luego de más de 30 años de matrimonio. A su actual pareja, 20 años menor, también le gusta la música urbana, por lo que aquello significó una conexión en el actual escenario amoroso de su hija.
“Estoy contento. Por primera vez me atreví a tener otra pareja. A mi polola le gusta la música urbana, es amiga de artistas urbanos. Su mamá era fan de mis personajes y después ellas siguió su camino”, detalló el actor.
Otra lección que Rodrigo Muñoz ha aprendido en este proceso de sanación es mejorar sus malos hábitos. Como los celos. Hoy, dice, ya los tiene superados. “Me da la mismo. Mi novia ahora es guapísima y joven, y todo el mundo la mira y ya no me da nada. Si no quiere estar conmigo, se irá. Nada es eterno”.