«Me echó con guardias»: Pamela Díaz se refirió al origen de enemistad con Daniela Aránguiz

En 2016, Pamela Díaz y Patricia Maldonado viajaron a Brasil a la residencia de Daniela Aránguiz para hacerle una exclusiva entrevista por «SQP». Pese a que las figuras televisivas eran amigas por aquel entonces, la entrevista terminó en una fuerte discusión y distanciamiento que se mantiene a la actualidad.

En ese contexto, en «Hoy por Hoy», podcast que la Fiera y Chiqui Aguayo conducen, Daniel Fuenzalida y Sergio Rojas estuvieron recientemente como invitados. En la instancia, el panel comentó la reciente llegada de la aún esposa de Jorge Valdivia a «Zona de Estrellas» y terminaron recordando la vieja rencilla.

“¿Tú no eras amiga de ella en un momento?”, preguntó Fuenzalida de pronto, respaldado por Rojas, quien incluso recalcó que «fue a meterse a su casa en Brasil». “Sí, y ahí nos peleamos po’, tonto (sic)”, respondió Díaz con su fiel estilo. «Porque yo dije algo que le molestó y me echó de la casa con guardias», agregó.

Al respecto, Aguayo le consultó si acaso recuerda qué fue lo que habría provocado tal reacción y la modelo explicó lo ocurrido en detalle. «Le pregunté si se arrepentía de algo de su vida que ha hecho y me dijo ‘no, nada’. Entonces, yo le dije ‘sorry, pero como que nada’, porque yo creo que uno sí se puede arrepentir de tratar mal a una suegra», indicó, aludiendo a un antiguo tweet en el que Aránguiz trató de «vieja conche…» a la madre de Jorge Valdivia.

“Súper atinado ir a Brasil a la casa de ella a decirle eso”, bromeó Rojas, generando carcajadas por la reflexión. “Bueno y ahí ella me dijo ‘y tu no te arrepientes de tener una suegra tanto y tanto’, y yo a mi ex suegra la adoro, a la mamá de Manuel (Neira), cachai’ (sic)», expresó, mientras le mandaba saludos en caso de que la estuviera viendo.

Finalmente, Díaz señaló que la pregunta de la discordia fue la que desencadenó en la pelea que todos conocen. «Entonces empezamos a discutir y no grabamos más», sostuvo para cerrar el tema y haciendo hincapié que, al día de hoy, ni siquiera se dirigen la palabra.