El ex futbolista y conductor de televisión conoció a tres hermanos y artistas callejeros que lo motivaron para atreverse en tres disciplinas: el twerking, el patinaje y tocando batería. Los resultados podremos verlos en “Zona de Encuentro”, programa que conduce junto a Karen Doggenweiler, y que cada sábado trae distintas historias que dan cuenta de nuestra riqueza en diversidad, tradiciones, lugares y personajes.
Para el espacio “Éste es mi mundo», Mauricio Pinilla salió a la calle para sorprender con el fascinante mundo del arte callejero. Así conoció a Ana Carolina, una chinchinera que ha recorrido las calles de Chile y el mundo llevando el folclor nacional en su espalda. Una profesora de historia que se dedicó a cambiar las reglas, porque lo natural es que los hombres lleven este legado, sin embargo, sin ser hija de chinchineros, ella se enamoró de esta tradición y la hizo suya.
Pinilla, además, descubrió una familia muy especial: los hermanos Urbina, quienes han volcado su talento a la calle. “La Leona” es profesora de educación física, pero se dedicó al baile, y junto a grupo de mujeres encontraron en eso una pasión y una forma de sanarse. Juntas bailan dancehall y twerking disciplinas con las que realizan distintas intervenciones urbanas por la ciudad, y cuya energía e historia hicieron que Pinilla se atreviera a bailar.
“Mi cuerpo no es el más aceitado que digamos. Traté de soltarme pero me fue muy difícil”, confesó el conductor de “Zona de Encuentro”, quien además agregó que “descubrí que mucho más que juntarse a bailar, ellas crean comunidad, se apoyan como mujeres, y les ha servido de terapia para su vida”, cuenta.
En este mundo de los artistas callejeros donde destacan la perseverancia, la alegría y la tradición, Pinilla acompañó a “La Leona” a conocer a su hermano Cristóbal, un artista del patinaje urbano. Él enseña a patinar y deleita con sus piruetas, motivación suficiente para que Pinilla se subiera a los patines. “Era primera vez que patinaba. No sabía cómo estabilizar y tuve un poco de miedo, pero me atreví igual”, dijo.
Pinilla fue al Persa Bío-Bío para conocer al tercer hermano, Aarón Urbina, baterista y avezado artista callejero que deleita a los transeúntes con su percusión. No conforme con su anterior desempeño en el baile, también se atrevió a tocar batería. “Yo creo que soy el único que puede romper una batería a puros palos. Con una mano una cosa, y con la otra, otra cosa. Es muy difícil”, afirmó.
“El mundo del arte callejero está lleno de pasión. No hay contrato, no hay ingreso fijo, todo va en base de lo que hacen en la calle, entregando su talento y su alegría”, reflexionó el animador.
“Zona de Encuentro”, sábado desde las 18 horas, por TVN.