La noche del jueves, Martín Cárcamo llegó hasta la localidad de Aventura en Florida, Estados Unidos, lugar donde hace trece años está radicado Mauricio Israel. El polémico ex rostro de la televisión chilena abrió las puertas de su casa para conversar en exclusiva en “De tú a tú”.
Mauricio Israel contrajo Covid-19, según el periodista se contagió en el aeropuerto de Miami, “lo pasé mal, empecé a sentir mareos, dolor de cabeza, un poco de fiebre, cuando me dieron el resultado yo ya sabía que tenía Covid. Hubo días en que yo no me podía mover, el dolor muscular, el cansancio, yo quedé con fatiga crónica porque las secuelas que te deja el Covid son horribles. Hasta el día de hoy no me recupero 100%”.
Hoy por hoy, Mauricio Israel se dedica al corretaje de propiedades y lleva más de una década viviendo en Miami, Estados Unidos. Admite que ganó mucho dinero por su trabajo en la televisión y que su momento peak fue cuando estaba en Mega conduciendo el programa de la mañana. Dice que nunca fue una persona que ganara mucho dinero, pero que empezó a comprar propiedades con préstamos bancarios y que estaba empezando a formar un capital cuando vino su quiebre económico.
“A mí me pilla la rueda cuando estuve 11 meses sin cobrar un peso. Me congelaron mis pagos porque supuestamente había sub declarado el IVA , cosa que no es verdad, pero en definitiva me tuvieron bloqueado 11 meses y tú caes como dominó y te empiezas a endeudar en el mercado informal”, cuenta Israel quien tuvo que salir de su casa porque la remataron. Y agrega, “no tenía ninguna posibilidad de salvarme, tenía una deuda que era imposible de pagar”.
Además , aclara que ante esta situación no le pidió dinero a sus amigos. “Amigos, como decirle a alguien ‘¿oye préstame 500 lucas?’, no. Salvo lo que dice Rodrigo Herrera que yo creo que sí, efectivamente en algún minuto él me tiene que haber dado algo, no recuerdo el monto –tampoco lo discutí- y yo quise devolvérselo siempre. Él me avaló en un auto, esa es una historia cierta, pero salieron muchas cosas como que le debía plata al jardinero, no, nada de eso es cierto”.
De igual forma, Israel señaló en la entrevista que por sus deudas económicas lo sacaron de pantalla y que lo echaron de Mega al día siguiente de la muerte de Ricardo Claro. Luego intentó hacer un programa en La Red el cual dice que no tuvo éxito, “y como no me estaba yendo muy bien en La Red, no tenía de donde generar las lucas para poder devolverle a la gente la plata, entonces tuve que recurrir a mi familia”.
Tras analizar la situación con su familia y un abogado, tomó la decisión de salir del país por un tiempo para poder arreglar sus problemas. “Que me fuera por un tiempo. Yo estaba muy mal psicológicamente, anímicamente, físicamente, ya no aguantaba más, porque cuando estás con un nivel así de problemas colapsas en todo sentido. Y la verdad es que fue una mala decisión que yo me hubiera ido”, confesó.
Con respecto a cuánto era el dinero que adeudaba en Chile, Mauricio señaló que “no me acuerdo pero no eran 200 millones de pesos, era mucho menos, pero había una deuda”.
En cuanto a su relación con Marisol Gálvez, el comunicador aclara que “yo no estaba casado, no estaba en pareja en ese minuto, nunca estuvimos juntos, o sea, sí estuvimos juntos un tiempo, de hecho me fui a vivir a su casa mientras estaba la Sarita, pero mucho antes de que yo me fuera de Chile ya me había ido de su casa por lo tanto ella es la mamá de mi hija y punto”.
Mauricio Israel contó que su hijo mayor, Alan (34), estaba muy dolido con lo que él estaba pasando en relación a sus deudas económicas, dijo que su hijo trató de advertirle lo que se venía pero que él no lo escuchó. “Yo sí te puedo contar, y con mucho dolor, que mi hijo hace cuatro años que no me habla. Y la gota que rebalsó el vaso fue la demanda que puso Marisol a mis papás por el pago de pensión alimenticia. Pensión alimenticia que nunca se dejó de pagar”, aclaró el ex conductor de Mega.
En cuanto a ese tema, indicó que Marisol demandó a sus padres y que Alan lo llevó al tribunal, pero cuando llegaron se enteraron de que ella había desistido de la causa. “Mi hijo desde ese día me dijo, ‘yo no’… él sintió que yo pude haber evitado que eso llegara pero no tenía cómo evitarlo (…) Alan está muy molesto, muy enojado, a mí me duele no tener contacto con él. Tengo ese dolor permanente en el alma de que mi hijo está enojado conmigo y la verdad es que tiene toda la razón. Yo sé que le he causado dolor a mis hijos, a mis sobrinos, tengo un sobrino que físicamente se parece mucho a mí y sufre mucho bullying, mi hija sufrió bullying también”.
“El sentía que yo estaba desordenado, que yo estaba pateando la pelota, que en un momento determinado yo estaba tapando los hoyos. Entonces no le quería contar mucho a él, no lo quería involucrar. Y el sentía que yo no estaba siendo ordenado, que la plata no me alcanzaba, y era verdad que no me alcanzaba, pero yo tampoco fui lo suficientemente honesto con él en ese minuto de contarle lo que me estaba pasando porque no le había contado a nadie”, agregó.
Israel aprovechó la ocasión para mandarle un mensaje a su hijo, “yo… Alansito yo te echo mucho de menos, y te necesito mucho y sobre todo en esta etapa de mi vida. Y yo sé que soy egoísta al pedírtelo pero no tienes idea cómo te extraño. Él no sabe, no logra dimensionar lo que él me hace falta”
El ex comentarista deportivo llevaba menos de un año viviendo en Israel cuando su abogado le pidió volver a Chile para enfrentar el juicio. Dice que solamente tenía una orden de detención porque no se había presentado al tribunal y que el juicio duró 8 minutos. Mauricio Israel fue sobreseído por los dos juicios en su contra.
De ahí se fue a Estados Unidos, empezó a trabajar en el corretaje de propiedades para seguir pagando sus deudas y a través de su abogado lo fue haciendo.
Mauricio Israel hizo un análisis sobre todo lo que le pasó, “fue pagar un precio por mi arrogancia. Porque sí es cierto que yo fui exitoso en algún momento de la televisión pero también fui muy arrogante. Y esa arrogancia me pasó la cuenta y me pasó la cuenta con mis compañeros de trabajo, con mi trabajo, con mi familia, con todo el mundo”.
«Tenía poder, tenía poder, lo que pasa es que lo administré mal. Me creí con más poder del que realmente tenía entonces a mí me daba lo mismo todo. Un día tuve una gran pelea en el canal y no llegué a hacer el programa”, reveló.
“Fui arrogante con mi familia porque, no sé, yo estaba en una posición donde sentía que no necesitaba a nadie. Yo creo que me creí mucho el cuento y después me di cuenta, Martín, que eso eran puras inseguridades. Yo siempre luché con que era feo, con que era Judío, yo nunca he sido una persona avasalladora. A mí el que me invita a hacer televisión fue Sergio Melnick (…) yo creo que sin querer queriendo me fui creando a un personaje. En alguna oportunidad, cuando yo empecé en la televisión, a mí me dieron un consejo -no voy a decir quién- pero me dijeron que me tenía que transformar en un pirata, que había que ser pirata para sobrevivir en la televisión. Yo no me lo creí pero creo que me fui transformando en un pirata”.
Sobre sus relaciones amorosas, dijo que ha estado casado tres veces y su último matrimonio duró un año. De la relación que tiene con Sara, su hija de 14 años que tuvo con Marisol Galvéz, comentó que “es una relación complicada Martín, siento que es una niñita a la cual no conozco lamentablemente (…) no, porque yo me fui cuando ella tenía ocho meses. No la conozco mucho, he tratado de tener una relación con ella, las veces que voy a Chile la veo, la última vez que fui la vi”. Pero lamenta que su hija no tenga relación con sus padres ni con sus sobrinos y vuelve a reafirmar: “jamás he dejado de pagar pensión, jamás. Ni en el peor momento. Es difícil Martín porque te trastoca toda tu vida, yo llevo 13 años fuera de Chile y en 13 años pasan muchas cosas, demasiadas”.
Al finalizar el programa, Mauricio Israel cerró su participación confidenciando que “no he me perdonado. Me falta reconocer más las cosas en las que fallé y cuando termine de reconocerlas todas, yo creo que ahí me voy a perdonar”, sintetizando que “con esta conversación me doy cuenta que no estoy listo, y te lo agradezco (a Martín y su equipo). Ha sido muy enriquecedor. He sentido ese afecto que me falta de Chile”.