Cuando se estrenó el especial “Friends: la reunión” el 27 de mayo, hubo un detalle que no pasó inadvertido y se convirtió en uno de los temas más comentados posteriormente acerca del esperado reencuentro de los protagonistas de la clásica sitcom: la extraña actitud de Matthew Perry.
El actor se vio claramente incómodo a lo largo de toda la emisión, sin la habitual expresividad que constituye uno de los rasgos distintivos de su personalidad.
Al principio se especuló con una posible recaída del actor con sus antiguas adicciones al alcohol y las píldoras que, con los años, se supo que sufría durante las grabaciones del programa. De hecho, en 1997, 2001 y 2011 se sometió a terapias de rehabilitación y en 2016 declaró a la BBC que hubo “tres años de Friends que no los recuerdo, entre las temporadas 3 y 6”.
Pero la verdadera razón tras el aparente disgusto de Perry fue de tipo médico: grabó parte del especial mientras todavía sufría las consecuencias de un procedimiento dental de emergencia y estaba dolorido, lo que le provocó dificultades para hablar.
Para demostrar que está sobrio y no hay de qué preocuparse, el interprete de Chandler Bing publicó una foto en su cuenta de Instagram donde aparece sonriendo y relajado en un restaurante.
«Happy days» (días felices) escribió para complementar la imagen, a pesar de que hace muy poco terminó su relación con Molly Hurwitz, con quien incluso estaba cerca de casarse (se habían comprometido en noviembre de 2020).
“A veces las cosas simplemente no funcionan y esta vez es una de esas. Le deseo lo mejor a Molly”, explicó el feliz y recuperado Matthew Perry a la revista People.