Esta noche se presentaron en el programa de Mega los últimos 8 participantes que buscaban un cupo para el paso a la siguiente fase de la competencia. Si bien el ganador del episodio fue el actor Francisco Gormaz, quien imitó a Anthony Kiedis, en la segunda presentación el concursante que se terminó robando los elogios del jurado y los televidentes fue Matías Vega.
El comunicador audiovisual se presentó en «The Covers» en primera instancia como Emmanuel, actuación que le alcanzó para pasar a la segunda fase, donde simplemente deslumbró con la imitación de Fito Páez, provocando incluso que Beto Cuevas lo aplaudiera de pie y que Óscar Mediavilla agradeciera su show.
Luego de su excelente participación, Fotech.cl conversó con el locutor sobre cómo se sintió tras los comentarios de su show y de cómo ha sido su experiencia en el espacio, entre otros temas.
¿Cómo llegaste a “The Covers”?
Antes de “The Covers” llevaba unos 4 o 5 meses con clases de canto en mi casa con Pedro Foncea, era un trabajo que estaba haciendo de forma silenciosa, como preparándome para algo que no sabía qué era, pero sabía que quería preparar la voz. Me imaginaba tratar de hacer una obra musical, así que también me puse a bailar tap y aprender técnicas de canto. Luego de esos meses me llaman para participar en “The Covers” y para mí fue como un sueño hecho realidad, la señal de Dios que me demostró que iba por el buen camino. Imagina, justo después de casi dos años de pandemia, donde las pegas en el área de comunicaciones o en el área donde me relaciono yo, como animar o eventos, no pasaba nada en más de un año y medio. Cuando me llamaron quedé sorprendido de la vida.
Y así como a ti te sorprendió la llamada, tú sorprendiste al público especialmente por tu presentación como Fito Páez. ¿De dónde nació la idea de imitarlo a él?
Cuando entré a “The Covers” primero me preguntaron si había imitado alguna vez a alguien y yo nunca había hecho ese ejercicio, tengo 36 años y nunca me había fijado si cantaba o parecía a algún cantante. Estuve consultando a mis cercanos y me dijeron que tu timbre de voz va por ahí, por el rock argentino, podría ser algo así como Charly García, Fito… yo me quedé pensando en eso. En mi casa tengo un piano y me aprendí “11 y 6”, me hice un moño, me puse unos lentes y la toqué y mandé el video tocando la canción. Al otro día me llaman que había quedado en el programa.
¿Y Emmanuel?
Es que ahí se vino un problema, porque me dijeron Fito Páez y quién otro. Y yo pensando en lo que me costó encontrar a Fito y me piden otro más. Ahí conversando con la producción, diciéndole de músicos que yo escuchaba, me dijeron Emmanuel, que no había ninguno. A mí siempre me ha gustado él, bien ochentero, entonces dije ya.
¿Pensaste que la imitación a Fito Páez te saldría tan bien?
Para mí Emmanuel era un desafío vocal mayor, a Fito Páez no lo había pescado mucho y de repente cuando lo empiezo a hacer en los ensayos, la gente me empieza a celebrar mucho a Fito y yo como que no le tenía mucha confianza. Cuando me empiezo a ver en las grabaciones, me doy cuenta que de verdad me estaba saliendo parecido. Estuve viendo videos todo el día, ahí me sentí Kramer. Para poder imitar a una persona hay que como obsesionarse con ella, yo me aprendí la canción en la versión del disco, pero igual vi todas sus presentaciones en vivo de esa misma canción cuando tenía 25, 28, 30, 40 años… De ahí sacando cosas de cada uno y viendo entrevistas para ver los gesto que hacía, cosas así. El cuerpo como que va absorbiendo todo esto y así empezó a nacer Fito Páez, pero yo no sabía el potencial que tenía con él hasta que hice la primera presentación, la termino y veo a Beto Cuevas aplaudiéndome de pie. Yo quedé en llamas.
¿Qué sentiste ahí?
Así como que me sentí el ganador del capítulo. Primero que todo, estar compitiendo entre 48 personas, yo no soy cantante y es mi primera vez participando en un programa como tal, y que Beto Cuevas, que es el jurado que más encima ve la afinación, se pare, te aplauda y diga que este es el espíritu del programa, fue como wow. Sentí que lo estaba haciendo bien. Además, la presentación la disfruté como si yo hubiera estado animando un evento, en ese momento de verdad fui yo, pero siendo Fito Páez. Siento que se notó eso, que lo disfruté, que no estaba nervioso, que manejaba el personaje. Salí tan prendido de la presentación que fue como si hubiera ganado el capítulo, aunque no haya sido yo, pero la energía y comentarios del jurado hicieron que sintiera como si lo hubiera ganado.
¿Te dijo algo más Beto Cuevas?
Después del show nos encontramos tras bambalinas y él me comentó que solo se había parado a aplaudir tres presentaciones, la de Denisse Malebrán, Carola Soto y la mía. Que para él ese era el espíritu del programa. Yo quedé peinado para atrás luego de sus palabras.
Pero además de Beto, en el jurado estaba Óscar Mediavilla, quien había trabajado en la producción de dos discos de Fito Páez, lo conoce muy bien y también alabó tu presentación.
No es mucho lo que nosotros podemos hablar con el jurado, porque siempre tratan de mantener una distancia con los participantes para evitar cualquier cosa. Después del programa también me encontré con Óscar y él sorprendido gratamente. Ahí me contó que cuando fue productor artístico de Warner en Argentina hizo dos discos con Fito Páez, lo conoce desde hace mucho tiempo y en distintas etapas de la vida de él. Cuando vio la presentación también agradeció que haya imitado al cantante con respeto, no desde la caricatura como lo han hecho otros imitadores. Él me contó algunas anécdotas que había vivido con Fito y yo le decía que ojalá le pudiera mandar mi presentación para que me pusiera un “me gusta”, así con eso yo me puedo morir feliz si lo hace.
Después de esta presentación quedó la vara alta…
Sí, fue bacán porque al menos en este último capítulo de selección de los 18 que empiezan con la competencia, fue excelente porque quedé como un referente de lo que había que hacer para imitar. Yo nunca pensé que iba a ser así, solo esperaba no desafinar tanto y tratar de hacerlo como lo había ensayado, de manera correcta, pero no sé, en ese momento como que Fito Páez me poseyó (risas). De verdad, veo la presentación y me sorprendo a mí mismo de lo que logré.
¿Cómo ves la presentación frente a cantantes profesionales?
Lo bueno de este programa es que todos venimos de distintos mundos, es como difícil medir a un cantante como Denisse Malebrán y una Carola Soto, con actores o conmigo mismo, del mundo de las comunicaciones cantando. Imagina, cantar y quedar entre los mejores fue bacán. Para mí es difícil ver una competencia entre todos los talentos que hay, esto ha sido una competencia conmigo mismo. Acá lo importante es ir escuchando el jurado e ir mejorando lo que ellos te dicen. Yo siento que he tenido un crecimiento, incluso hasta en mi técnica vocal. En mi participación partí con Emmanuel para que la gente viera que canto y después quise sorprender con Fito Páez y la táctica funcionó. Ya me metí en las patas de los caballos y ahora debo seguir de ahí para arriba.
En tu presentación todas las estrellas se alinearon contigo, supe que una de las encargadas de tu styling había trabajado varias veces con Fito Páez.
Sí, la Verito. Esto lo hicimos con Gasic Mónaco, donde la Verito Mónaco, ella trabajó por muchos años haciendo los styling y peinando a muchos artistas de la escena del rock argentino, entonces para ella peinar a un Fito Páez era algo que ya había hecho un montón de veces, cachaba perfecto como iba su pelo. Yo igual tengo el largo y con él me hacían el look de Fito, yo tengo el pelo crespo, pero no tanto, entonces me lo entubaban igual que la Doña Florinda. Me pusieron barba artificial porque yo no tengo. Después veía las fotos y quedé igual a la presentación de él en Viña. Todo eso te ayuda a ponerle más al personaje, cuando ya estaba vestido y todo yo me paseaba como Fito Páez, me hablaban y movía la cabeza.
Finalmente, Matías, de tus compañeros, ¿cuáles crees tú que son los participantes más fuertes?
Mira, para mí son Piamaría Silva y Andrés Sáez, él tiene una versatilidad para hacer los personajes, no solo Cher y Luis Jara, si no que es impresionante como uno está hablando con él y se pone a imitarte. Uno no puede hablar en serio con ese hombre (risas). Yo creo que esos son dos talentos revelaciones, porque te podría decir la Amaya Forch, Denisse Malebrán, pero todas ellas son connotadas, ya sabemos que son muy talentosas y secas, por eso prefiero hablarte de quiénes para mí han sido una revelación.
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