No fue un festival fácil para sus animadores, Martín Cárcamo y María Luisa Godoy. En especial para él, que luego de sortear las diversas complejidades que se fueron dando en el certamen, ni tuvo tiempo de descansar antes de embarcarse en su siguiente desafío, la conducción de «Bailando por un Sueño».
«Ha sido vertiginoso y ha sido un aprendizaje, porque es primera vez que yo vivía algo así. He desarrollado mis capacidades al máximo, no solo en términos de animación o producción, sino también en tratar de estar concentrado cuando uno está demasiado expuesto», comentó Cárcamo en conversación con La Tercera, sobre su nuevo desafío.
«Estos últimos cuatro meses han sido un punto de inflexión en mi carrera», confesó para analizar las dificultades que enfrentó la reciente edición del certamen viñamarino, con posibilidades de cancelación, pifias e insultos, consignas sociales del público y la presión del gobierno. «Fue un Viña muy complejo, porque el objetivo primero era sacar adelante el Festival. Y eso siempre estuvo en situaciones límites. El primer día todos sabíamos que iba a haber una situación difícil y para mí era muy importante el discurso inicial, poner en contexto. Junto con la Mari lo conversamos mucho y este año era muy relevante dar un mensaje que tuviera la palabra ‘dignidad’ y que tuviera la palabra ‘derechos’. Yo creo que nos hicimos cargo y eso me dejó tranquilo», señaló.
Con respecto al discurso inicial, el animador aseguró que «lo elaboramos nosotros, pero con muchas conversaciones con el equipo. A mí me interesaba hablar de la dignidad y los derechos, y sobre todo, de un Chile igual para todos. Más que nervioso, sentía que había que representar a Chile en su origen primario, que dentro de esta fiesta todas las voces iban a caber, que era una fiesta de unidad, pero que no íbamos a desconocer lo que estaba ocurriendo».
No cabe duda que las primeras noches del festival, estuvieron marcadas por contestatarias presentaciones como la de Mon Laferte y Stefan Kramer, quienes se mostraron claramente a favor de la opción «apruebo». Analizando, Cárcamo opina «si alguien pensaba que los artistas iban a tener otra posición, es como no entender el Chile en que estamos. Era evidente que eso iba a pasar y que cada uno iba a expresar lo que estimara conveniente. Y eso es un logro, que se puedan expresar los artistas. No hay que tratar a la gente como tonta, no hay que tratar al público como si no supiera lo que pasa. No hay que tratar a la gente como personas que no sean capaces de estar de acuerdo o disentir de lo que está diciendo un artista. Porque, además, la Quinta se expresa. Y el Festival iba a ser un Festival político, yo lo dije muchos meses antes. No solamente Chile cambió: el Festival cambió. De aquí para adelante el Festival va a ser otro. Ya cambió», sentenció.
«El que no salta es paco» o el cántico que relaciona a Piñera con Pinochet, fueron de los más cantados entre el «monstruo». Respecto a esto, el «rubio natural» aseguró que lo único que le duele, es que «Chile esté tan polarizado. Nuestra labor ahí es contener. Y el Festival son 15 mil personas que están con todas sus emociones puestas ahí. Es como si fueras a una fiesta y en esa fiesta sale todo. Y uno no se las sabe todas, tampoco sabes cómo reaccionar. Tu misión es ser presentador, no es tratar de imponer tu forma de pensar, lo que tú crees o lo que no crees, o si alguien se expresa decirle que no lo diga; eso sería iluso. Hay que entender cuál es el escenario de la Quinta Vergara y hay cosas que la historia después nos va a indicar si fueron correctas o no».
Fue tanta la polémica relacionada a las consignas sociales, que provocó incluso la preocupación del gobierno. » Yo sabía que esto iba a pasar», añadió el ex animador de «Bienvenidos». «Era evidente lo que iba a pasar. Y era evidente, además, por lo menos yo hablo por mí, porque la Mari no está y además fue una súper buena compañera, también sabía que no iba a ser la mejor animación de mi vida. Lo tengo súper claro. Era obvio: el momento país requería otra cosa. El show no eran los animadores. Era la gente y los artistas.
Antes de finalizar, Cárcamo tuvo la oportunidad para desclasificar detalles sobre el decepcionante espectáculo de Maroon 5. «Tres cosas no me gustaron: una es que no tuvieran contacto con el público. Dos, sabían que tenían que entrar más temprano y entraron tarde, y eso obligó a una situación súper tensa para poder hacer el relleno. Y eso no solamente ocurrió con el público, sino que con nosotros también. Yo subo en un minuto a ver al show al lado del escenario, donde están los animadores, y me sacaron», reveló.