Sin duda alguna, ha sido el personaje de «La Ley de Baltazar» que más aplausos y comentarios se ha robado durante las últimas semanas. Y es por eso que Gabriel Cañas, en conversación con el podcast de ChileActores, se tomó el tiempo para analizar en detalle al rol de Mariano, que en los episodios más recientes, ha emocionado con la revelación al público de su homosexualidad reprimida.
«Cuando empecé a entrar en el mundo de él (Mariano), fue bien impactante. Es un antagonista súper detestable que defiende ciertos valores, de los cuales Chile debería escapar, como el patriarcado o el neoliberalismo. Me generaba angustia moral», partió confesando, por lo que hizo «un trabajo muy grande en cuanto a por dónde abordar el personaje, qué tesis iba a ocupar. La idea era no avalar este discurso a través de una defensa empática del personaje, sino que también estuviese cruzado por una reflexión de por medio».
Cañas admitió sentir que tiene algunas similitudes con el papel que interpreta. «Se me empezó a acercar de manera súper peligrosa el personaje, en el sentido de que si yo hubiese estudiado ingeniería, creo que podría haber sido muy parecido», aseguró, debido a que «hay una obsesión, es trabajólico, súper pro en cuanto a hacer las cosas, es terco. Tiene poco mundo, viene de provincia».
«Estoy mostrando lo que genera una masculinidad tóxica. Un sistema patriarcal, junto con alguien neoliberal en su masculinidad, va a generar lo más asqueroso que hemos visto», continuó reflexionando, procediendo a sorprender con una inesperada comparación. «Mariano es como Piñera a los 42. Es capaz de conquistar el mundo sin empatía, perdiendo todo valor social, eso empujado por una no aceptación de su padre», manifestó, sacando al ruedo al ex Presidente de la República.
El actor explicó que «el mensaje que quiero dejar es que no podemos tenerle miedo los hombres a ser femeninos, a encontrar la femineidad en nosotros», porque según su relato, si «caemos en las redes de este sistema, en cuanto al consumismo, querer ser el mejor, a cagarme a los otros, tener más plata, y más encima no dejamos entrar la femineidad, eso es igual a Piñera, igual a Trump».
«Dejamos entrar una fuerza masculina absolutamente pasada del límite de lo normal, que no está bien, que hace daño y es tóxico. Me tiene súper contento el personaje, porque me permite hablar de todo eso», sentenció.