La actriz que interpretó a la caprichosa Leonor en “Martín Rivas”, ahora será Amparo Benavente en “Témpano”, la nueva teleserie vespertina de TVN. Hija de Susana (Alejandra Fosalba), insegura, miedosa y solitaria, creció ocultando el amor que siempre sintió por Antonio (Nicolás Brown) y que la noche de año nuevo del 2003 la hizo confiar en él. Ese beso que marcó su corazón, marcaría también un antes y un después, ya que luego de esto ocurriría un trágico accidente que casi le cuesta la vida y que pondría en jaque su historia y la del crucero. Tras eso, se va a Australia, y después de una larga estadía regresa a Chile con claras intenciones.
Cuéntanos algo más de tu personaje…
Amparo es una chica de veintisiete años, que tras vivir un accidente deja Chile y se va por ocho años a Australia. Allá estudió leyes, se armó de fuerza y de coraje, se hizo mujer, superó algunas cosas, sin olvidarse de nada de lo que vivió y ahora regresa. Todo lo que hace desde que deja el país y desde que se recupera, es con un objetivo claro…
¿Venganza contra los Grau?
No sé si es venganza, yo digo justicia, porque venganza me lleva inmediatamente a algo malo, y yo no sé si ella es mala, quizás es parte de su locura o quién sabe. Lo único que está claro es que ella viene a hacer justicia por las de la ley y es completamente justificable.
Alejandra Fosalba interpreta a Susana, la madre de Amparo, ¿cómo es la relación con ella?
Es media rara, ellas son amigas, siguieron comunicándose y todo, pero finalmente igual le guarda un poco de rencor porque se quedó aquí y no la acompañó. Ahora Amparo regresa a Chile, y su mamá ya no es la nana de la casa, sino que es la jefa de servicios del crucero. Ella siempre ha estado agradecida de la mano que le dio esa familia, típico como cuando te ayudan y uno viene de un lugar distinto, menos acomodado, tiendes a agradecer demasiado, entonces Amparo siempre ha sentido que Susana ha agradecido mucho y que la ha dejado de lado por eso. Y aparte que su madre igual tiene ambición, o sea agradece y todo, pero yo veo ciertos atisbos de ambición que a mí también me resuenan, entonces hay eternas contradicciones. Es aparentemente todo bien, pero no me toques ciertos temas, ella además está en contra de que yo venga a hacer todo esto, porque igual se da cuenta de mis intenciones, entonces no quiere escucharme.
Tus parejas sentimentales en la teleserie son con Nicolás Brown y Diego Muñoz…
Claro, mi primer amor fue Antonio (Nicolás Brown), que es uno de los primos de la millonaria familia Grau, y el otro que interfiere es el detective Nicolás (Diego Muñoz), que en verdad yo no lo pesco, no porque no me interese, sino porque yo vengo con un objetivo claro. Además que con Antonio es una historia no resuelta, entonces ahora se da la posibilidad de que nosotros volvamos a intentarlo y quizás esta vez sí terminemos bien, esta esa esperanza que los tiene en eterno conflicto.
Hiciste una teleserie de época y ahora vuelve a algo actual, ¿cómo ves esa posibilidad de pasar de un género a otro?
Genial, a mí me gustaba la de época porque uno armaba un personaje a través de una estructura, en cambio ahora es normal, y una como actriz siempre tiene esa obsesión por hacer cosas distintas, en “Martín Rivas” hablabas de una forma, te movías de otra, mirabas distinto, era como todo en un contexto diferente, y algo distinto a ti. Ahora se me ha hecho mucho más compleja la pega porque es realismo y lo más realista que tengo soy yo, entonces uno tiene que jugar con lo que tiene y eso me desespera. No hay un análisis sicológico porque nadie sabe como es, entonces es difícil, pero finalmente es entretenido, porque lo más cómodo para mí sería que me dieran todas las características claras de lo que hay que hacer, en este caso nada se sabe.