Para la actriz no ha sido fácil dar vida a Maite Soto en la teleserie diurna de Mega. A través de la historia ha tenido que enfrentar diversos conflictos y por estos días, se aferra en el alcohol. En conversación con Fotech.cl, conversó respecto a lo complejo de interpretar un personaje dramático y los efectos que eso acarrea.
Te han tocado difíciles situaciones en esta teleserie: la muerte de José (Renato Munster), la drogadicción de Nicolás (Emilio Edwards) y ahora se entera que Eduardo (Nicolás Brown) es su hermano. ¿Cómo has llevado todo esto?
No hay nada que hacer, el guionista escribe y a uno le toca hacer no más. Ha sido un personaje muy desgastante. Es una teleserie que, por el mismo género del melodrama, te exige como actor dar todo y más, porque son situaciones muy límites. Para mí ha sido de mucho cansancio, me voy para la casa muy revuelta y agotada… A estudiar.
¿Cuál de todas éstas situaciones ha sido la más complicada?
Yo creo que todas son difíciles, no podría hacer un ranking de eso. Como actor uno siempre está buscando veracidad en la emoción y todas son situaciones límites. Obvio que cuando a Maite le dicen que Eduardo es su hermano, ya es una cosa que bordea la locura pero no por eso es diferente a que uno, como actor, llore porque tu pareja tiene drogadicción y además está con otra mujer, es igual de doloroso. La pega sigue siendo difícil, porque esforzar una emoción negativa, conflictiva y mantenerla todo el día… Llegar agotado a la casa y con los ojos como papa.
¿Cómo has logrado dejar a Maite en el set y llegar a tu casa?
No hay un método. Yo creo que tratar de llegar a tu casa y regalonearte de alguna manera porque el cuerpo no entiende que eso es un juego, como una mentirita, la emoción se produce de la misma manera que cuando se genera cuando te pasa algo en la vida real. Creo que a nivel subconsciente el cuerpo no diferencia entre lo que no es real y no, se almacena de la misma manera. Lo único que he aprendido es que si tuve un día más pesado es regalonearme y que mi pareja trate de entender que tuve un día pesado y no me exige demasiado, porque él comprende que el recurso con en el que trabajo es la emoción, no es un recurso técnico.
Ahora que Maite se entera que Eduardo es su hermano está entrando en otra etapa, ya no es la tierna y se está tratando de desconectar del tema tomando, ¿cómo va a ser esa etapa?
De evasión. Es una época más oscura, una etapa que a mí como actriz me exige. Trato de no juzgarla porque yo como persona trato de no evadir los conflictos, pero mi personaje sencillamente no pudo con esto. Le da un poco más de profundidad al personaje de Maite, que el dolor tiene una capa más oscura.
¿De qué formas la vamos a ver?
Con el alcoholismo, con las fiestas. Ella sigue enamorada de Eduardo, por lo mismo está muy hecha bolsa porque no lo puede sacar de su cabeza, de su corazón.
¿Qué se viene para Maite en los próximos capítulos?
Viene una etapa más oscura, más rebelde por un buen rato. Igual sigue siendo Maite, la niña conciliadora, pero será una cara que no habíamos conocido, y se va a mantener un buen rato porque ella no tiene para cuándo cambiar su estado. Ella está convencida que está enamorada de su hermano.
Esta mentira, ¿va a afectar su relación con Franco?
No, la relación de Maite con Franco es siempre pura. Lo único que los distanció un poco es lo de María Luisa…
Va a ser su gran apoyo…
Sí, siempre va a ser su gran apoyo, la va a ayudar a salir.
¿Qué le puedes decir al público?
La historia está muy buena, los personajes se complejizan. Eso es muy bonito porque uno aprende a ver la profundidad, no es solo una cara de los personajes, sino que hay distintos matices de emocionalidad, la tristeza ya no tiene una sola cara en el corazón de Maite.