En las próximas semanas, el actor regresará a las pantallas de TVN en la nueva teleserie vespertina «Wena Profe», en donde volverá a encontrarse con quien protagonizó «El Camionero». En esta entrevista, Alonso repasa su personaje en la nueva apuesta del canal estatal y cómo es volver a encontrarse con Swett.
¿Qué expectativas tienes para la teleserie?
Bueno, siempre las expectativas son las mayores, para los canales las áreas dramáticas son potentes, son las que hacen que más allá de las lucas que puedan entrar, son las que levantan las parrillas, las que arman las carpas programáticas que les llaman. Hay mucha expectativa con que le vaya bien, y es nuestro deseo que le vaya bien.
¿Nos puedes contar un poco de tu personaje a grandes rasgos?
Yo lo paso increíble porque está loco, porque entra a un lugar que es un colegio, súper estructurado, súper estructurado, con los mejores puntajes en las PSU, en los Simce. Entro ahí medio tránsfuga a hacer clases sin ser profe de música y empiezo a generar un movimiento en los cabros que tiene que ver con la libertad, que tiene que ver con la creación, que tiene que ver con despejarse un poco de las normas, ser más creativos. Es muy divertido hacerlo, puedo improvisar puedo hacer lo que quiera, puedo bailar en las clases.
¿Qué rasgos compartes con tu personaje?
Todos, todos, porque los músicos, los actores podemos estar súper cerca, yo pienso que reaccionaría super parecido en un lugar estructurado. Me ha tocado hacer clases, más niños, más cabros, hacía clases en colegio, las clases en las mismas escuelas de teatro son súper ordenadas, siempre me provocaron un poco de estrechez las normas, los horarios, las entradas, en donde deberían ser básicamente libres, entonces me divierte mucho poder romperlo aunque sea en la ficción.
¿Cómo es volver a hacer pareja con la Mane Swett?
Fantástico, con la Mane, fantástico, lo paso increíble con ella. Además que me ayuda a resolver la continuidad. Es muy bueno, me encanta trabajar con ella, me es fácil, yo la admiro mucho, la encuentro una gran actriz, me emociona. No es que me haga llorar, me emociona, me hace reír, me emociona, me genera muchas emociones.
O sea, es un trabajo muy cómodo…
Muy sensible, me entretiene, puedo estar callado también con ella, sin decir nada. Hacer televisión es largo, son meses, 8 meses, 7 meses, estando todos los días y eso, uno también puede estar callado y es muy bueno, muy bueno.
¿Cómo te sientes al hacer el segundo papel protagónico después de «El Camionero»?
Nunca me he enrollado en esas cosas. Nunca, de verdad. Nunca me ha interesado la posición del rol. Siempre he pesando que he hecho protagónico pero de repente uno se encuentra en la palestra y todo, pero siempre he enfrentado todos los trabajos desde esa intensidad. A veces se siente el peso cuando uno ve, no sé, tanta promo, tanta foto, tantas preguntas.