Cuando se anunció el estreno del docureality “Luchadores” de TVN, pensé que sería un programa basado en el morbo y la desgracia que puede traer consigo la necesidad de ser trasplantado. Mis aprensiones como madre de una niña con una cardiopatía compleja y donde la palabra “trasplante” ha sido usada más de una vez, hicieron que no mirara con buenos ojos este proyecto, ya que pensé que acabaría con mis expectativas de un final feliz. Luego de ocho capítulos emitidos puedo decir que me equivoqué.
“Luchadores” es un programa que engrandece, que muestra el lado guerrero de las personas que aunque la vida le está poniendo una prueba durísima no pierden la esperanza de salir adelante. Si bien saben que dependen de la voluntad de una familia, los que finalmente decidirán si donan o no los órganos de su ser querido, creen firmemente que llegará ese momento, más temprano que tarde.
Al contrario de lo que pensaba, “Luchadores” no magnifica las situaciones más dolorosas de las enfermedades sino más bien las imágenes se centran en cómo las personas tratan de hacer sus días lo más normales posibles y cómo las familias van aceptando que la única solución que hay para ver mejor a su ser querido es esperar una donación de órganos y entender los riesgos que ello implica.
Hay muchos mitos sobre la forma de cómo se consiguen los órganos y cómo operan las listas. Uno de los más escuchados es que los “que tienen más” son los primeros y acá nos damos cuenta que no. La importancia no está en lo que materialmente se tiene sino que más bien en lo que físicamente tienes.
Claudia Conserva, Ignacio Franzani y Ámaro Gómez-Pablos acompañan a los “pacientes” y sin ser morbosos logran que los televidentes se involucren con la historia de cada uno de ellos y al final del capítulo reímos o lloramos según sea el desenlace. Pero lo más importante es que a la hora en que se termina el programa hay personas que analizan lo visto y toman la decisión de ser donantes.
Vuelvo a pensar en mi hija, una niña de 9 años, dos cirugías cardíacas a cuesta, un futuro incierto pero una personita feliz, ella aun no entiende cuál podría ser su futuro, yo sí… saber que año a año la tasa de donación de órganos baja por familias que se oponen debido a la mitología que hay alrededor del tema es una lástima y da pavor… “Luchadores” merece más audiencia, lamentablemente la televisión está inmersa bajo un hechizo turco y productos tan buenos como este no son apreciados como deberían ser. Más que un docureality es un programa que da una esperanza de vida…