Ha pasado una semana del sorprendente y trágico fallecimiento de Aaron Carter a los 34 años y el atormentado músico estadounidense todavía no empieza a descansar en paz.
El intérprete de “Crush on you” fue encontrado muerto en su domicilio de California en horas de la mañana del pasado 5 de noviembre y las causas de su deceso todavía no trascienden públicamente, una circunstancia que está generando teorías sobre el detonante del fatídico suceso. Las especulaciones se concentran en los conocidos problemas de salud mental y el abuso de drogas del artista.
En ese sentido, el medio US Weekly conversó con un cercano a Carter, quien contó que el estado del joven había empeorado en los últimos tiempos. “Los que lo conocíamos desde hace años nunca lo habíamos visto así”, afirmó.
“Tenía comportamientos extraños y balbuceaba palabras”, agregó la fuente.
También señaló que los íntimos del cantante le habían pedido que tomara cartas en el asunto. “Todos querían que fuera a rehabilitación, aunque en un principio se opuso a esta idea”, aseguró.
Según este testimonio Melanie Martin, su exprometida y madre de su hijo Prince, lo intentó todo para lograr que Carter lograra salir adelante. “Ella intentaba ayudarle de manera habitual a dejar las sustancias e ir a rehabilitación. Fue una batalla constante”, dijo.
Aseguró que Martin incluso visitó varios centros de rehabilitación en nombre del artista, sin éxito.
En paralelo a esta noticia, los cercanos del cantante han criticado en duros términos que habiendo pasado tan poco tiempo desde su muerte, pronto se publicarán una biografía, un disco y un single del músico.
“En los pocos días posteriores al fallecimiento de nuestro querido amigo hemos estado tratando de procesar nuestro duelo y, al mismo tiempo, tenido que lidiar con el lanzamiento, obscenamente irrespetuoso y no autorizado, de un álbum, un sencillo y un libro”, escribieron los managers de Aaron Carter en un comunicado oficial recogido por medios estadounidenses como Page Six y New York Post.
Sobre lo mismo Hilary Duff, exnovia de Carter y una de las protagonistas de las memorias (no autorizadas), sentenció que “reducir la historia de Aaron a lo que parece ser un cebo de clic no verificado con fines de lucro es repugnante. De ninguna manera apruebo arrojar alguna luz sobre lo que obviamente es un robo de dinero, desinformado y despiadado”.