Lorena Vargas, ex pareja de Sebastián Eyzaguirre, rompió el silencio y habló sobre la difícil situación que vivió con el periodista, quien fue sentenciado a 300 días de presidio menor por maltrato habitual. Aunque la justicia sustituyó la pena por libertad vigilada a cargo de Gendarmería y le impuso la prohibición de acercarse, él ha quebrantado estas restricciones.
Entrevistada por Francisca García-Huidobro en «Only Fama», Lorena Vargas describió cómo Eyzaguirre, apodado «cuchillo», la expone a pesar de las restricciones judiciales: “No podía romper ese círculo… soy agnóstica, pero imploraba a mis ancestros que me sacaran de esta situación”.
La pandemia agravó los problemas de convivencia, provocando celos y violencia, incluyendo una crisis en el Día del Trabajador tras un simple llamado telefónico. «Decidimos vivir juntos (…) ahí se agudizaron (los problemas), con la convivencia del día a día. Efectivamente hubo tres crisis entremedio que son las que se expusieron en la causa», indicó Lorena.
Sobre las situaciones de violencia, que son por las que Eyzaguirre fue condenado, Vargas explicó que una de ellas fue cuando recibió el llamado de un amigo a su teléfono y al salir del baño se encontró con Sebastián «desfigurado, y era por qué me estaba llamando un amigo», relató.
Durante la conversación con Francisca García-Huidobro, la mujer cuestionó al círculo cercano del periodista por no aconsejarlo y decirle que «pida perdón y deje de molestar. Si hay una sentencia, ¡cállate!», reflexionó.
Las secuelas de vivir en una relación marcada por la violencia
La entrevistada reveló las secuelas que tuvo en ella lo que estaba viviendo por su complicada relación. «Pensaba lo estoy pasando mal, no estoy comiendo, me están humillando, mis papás no pueden saber porque son personas de riesgo en la pandemia, entonces era espantoso. Llegué a tener hipotermia cada dos horas y a pesar entre 39 y 40 kilos. Llegué a ser un cadáver caminante».
De igual forma, Lorena Vargas compartió el impacto psicológico que esta relación tuvo en su vida. “Lo mío fue básicamente psicológico, esas cicatrices nunca se borran”, afirmó. A su vez, enfatizó que a diferencia de las marcas visibles, quienes no comprenden la naturaleza de la violencia psicológica menosprecian el dolor emocional.
Quebrantando medidas
A pesar de la sentencia, reveló que Eyzaguirre ha quebrantado las medidas cautelares, ante esta situación Lorena solo pide que «la deje en paz, que pueda caminar tranquila, me tuve que cambiar de región, tuve que abandonar mi carrera (…) no logro comprender por qué va al lugar donde ahora yo estoy».
De igual forma, Vargas aprovechó el momento para enviar un poderoso mensaje a las mujeres: “Alcen la voz”.