Si hay una problemática que es transversal a muchas mujeres separadas, independiente de su condición social, es la dura batalla que dan por el pago de la pensión alimenticia para sus hijos. Pamela Díaz es una de ellas y su situación ayuda a visibilizar una realidad que impacta a una diversidad de hogares.
Sobre el particular, la llamada “Fiera” no ha tenido problema en hablar públicamente sobre la deuda que mantienen sus ex parejas, proceso que inició en un live con Carmen Gloria Arroyo, donde se sinceró sobre esta temática que la jueza también aborda en “Y no vivieron felices para siempre”, el libro que publicara en julio pasado.
Así, en la última edición del programa “Pecados Digitales”, volvió a referirse a ello, luego de que la producción exhibiera un video en que se veía a la comunicadora haciendo fila en el Banco Estado, acompañada por una de sus hijas, para saber si contaba con el depósito de la pensión. Trámite que tuvo una respuesta negativa.
“No me depositaron, pero por último se lo pasé al abogado (…) Estoy acostumbrada. Llevo 13 años manteniendo sola a mis hijos… Antes no pedí nada porque dije: ‘¿Para qué lo voy hacer? No lo quiero al lado’. Ellos pueden ir a buscar a mis hijos cuando quieran (…) Mateo y la Trini se llevan súper bien con su papá. Yo no, pero no tengo dramas con eso”, detalló Díaz.
Tras su salida de Chilevisión, la conductora decidió volver a exigir las pensiones adeudadas. “Pensé: ‘hueona, ya no tengo las mismas lucas de antes y necesito, por último miti-miti, lo que corresponde para mí, lo básico, lo lógico, y no fue. Hasta el día de hoy, pero es un tema complicado”, reveló la panelista de “Me Late”.
Y se cuestiona: “Entre los dos haces un hijo. ¿Por qué creo que es mucha más responsabilidad para las mujeres? Yo me hago cargo sola de mis hijos, de mi casa, de ser mamá, de sus tareas, cuando se enferman, pagar la isapre. Si pierdo mi pega estoy jodida. Tengo que seguir trabajando por mis hijos”.
Pero además de ello, ha tenido que enfrentarse a otras eventualidades emocionales, como que el padre de su hija menor no quiera verla hace dos años. “Tuve que ir a un psiquiatra para pedirle orientación. Me dice que hay que mantenerla ocupada. Que vaya al gimnasio, que haga actividades, pero a mí no me da el tiempo, voy a explotar y le voy a decir (la verdad)”, resume Pamela Díaz de un tiempo de mucho estrés.