En enero de 2020, Pamela Anderson se casó el productor de Hollywood Jon Peters. En ese momento ella tenía 53 años y el 75. Para la estrella de “Baywatch” (o “Guardianes de la Bahía”) fue su cuarta boda tras haber estado previamente unida en matrimonio con el baterista Tommy Lee, el cantante Kid Rock y el jugador de poker profesional Rick Solomon.
Sin embargo, doce días después estaban separados y ella, incluso, durante la pandemia volvió al altar casándose con su guardaespaldas, Dan Hayhurst. Pero ese enlace tampoco duró mucho.
Lo curioso es que Peters acaba de confesar que, a pesar de lo efímero de su relación, heredará una gran cantidad de dinero a la ex conejita Playboy cuando muera.
“Siempre amaré a Pamela, siempre en mi corazón. De hecho, le dejé 10 millones (de dólares) en mi testamento y ella ni siquiera lo sabe. Nadie lo sabe. Solo lo digo por la primera vez ahora. Probablemente no debería estar diciéndolo, pero eso es para ella”, declaró entrevistado para la nota de portada del nuevo número de la revista Variety, enfocada en Anderson.
¿Amor o interés económico?
El productor es un exestilista que se convirtió en un importante empresario de la industria cinematográfica. Su nombre está tras éxitos de la gran pantalla como la versión de “Nace una estrella” que ganó el Oscar en 1976, y también de la película de igual nombre protagonizada por Bradley Cooper y Lady Gaga en 2018. Estuvo casado con la actriz Lesley Ann Warren y con la productora Christine Forsyth-Peters.
En 2020, en una entrevista con Page Six, dijo que había sido Anderson quien le propuso casamiento. “No voy a mentir, la verdad es que cuando ella me mandó un mensaje de texto diciéndome que se quería casar, fue como un sueño hecho realidad, incluso teniendo en cuenta el hecho de que yo estaba comprometido con otra persona y estaba a punto de comenzar a convivir con mi futura esposa”, señaló.
Añadió que la actriz y modelo tenía problemas con el pago de unos impuestos y que lo que realmente buscaba era que él la ayudara con eso.
“Ella tenía que abonar unos 200 mil dólares de impuestos y no podía hacerlo, yo me hice cargo de todo eso y así me agradece”, aseguró dolido por el rápido divorcio. Por eso, agregó: “No hay mayor bobo que un viejo bobo”.
Pese a su convicción de que la rubia se había casado con él por un interés económico, parecería que hoy no le importa, dada su decisión de incluirla en su testamento y declararle su amor.
En el caso de Pamela Anderson, aunque tres años atrás su representante negó las afirmaciones de Peters, ahora los desencuentros parecen ser un capítulo del pasado.
Mientras promociona su nuevo libro de memorias y en una nueva entrevista con Variety, ella se refirió a su expareja tildándolo de “genial”.
“Ha sido una gran influencia en mi vida. Lo amo hasta la muerte”, expresó.