El autodenominado Matinal de Chile lleva en pantalla más de 20 años. Mientras los otros canales buscaban generar una competencia para “Buenos Días a Todos”, TVN veía como sus esfuerzos eran reducidos a meros intentos por conquistar a un público que ya estaba cautivado por el programa mañanero del canal público. Sin embargo, tras el accidente aéreo en Juan Fernández, donde el equipo perdió a su animador ancla y a otros cuatro integrantes, el matinal sufrió una reformulación con la cual no ha logrado buenos frutos.
Sin el carisma de Camiroaga en pantalla y la salida de una emergente figura como Carolina de Moras, Karen Doggenweiler y Julián Elfenbein asumieron la conducción del programa, a la que se les sumó posteriormente Jordi Castell. Con menos espacio para la farándula y el espectáculo, una mayor difusión y repeticiones de los contenidos del canal y una nueva mirada más de servicio social que los llevó a cambiar su clásico eslogan por “el matinal que sirve”, la restructuración de BDAT lo que hizo fue extirpar los genes del matinal.
Lo que ha perdido durante los últimos meses es esa espontaneidad que atraía a sus televidentes. Ya no se ven reacciones como el enojo de Camiroaga con la dirección que terminaban en carcajadas ante los destrozos que causaba el animador, o las rutinas que afloraban naturalmente entre Mauricio Correo y el halcón de Chicureo. Sólo se ha limitado a entregar información contingente y a tener una mirada más seria o recatada, mientras la competencia (que antes era invisible) ha comenzado a quitarle el podio que siempre tuvo con segmentos variados y dinámicas graciosas.
Lo que debiese hacer BDAT es volver a sus raíces. Esta bien que se informe lo que esta pasando en el norte tras las inundaciones o el incendio en el sur, pero su misión no es ser un noticiero relajado; no debiesen girar en torno a lo mismo durante 4 horas de programa porque mientras ellos hacen eso, los otros matinales están cocinando un plato que se puede hacer fácilmente en la casa, dan un desfile de modas con descuentos y así otras secciones; algo que la gente espera ver de un matinal. No es que Julián deba ser una imitación de Camiroaga o que deban hacer tonterías en todo momento, sino que sepan balancear el contenido y no se transformen en algo aburrido. Hoy, sin Mauricio Correa en la dirección y la crisis en rating que vive TVN, podría haber una nueva reformulación del matinal, por lo que no sería malo hacer un flashback y tomar lo bueno de antes para usarlo ahora. Quizás, terminen compartiendo mis conclusiones.