Sin lugar a dudas son un elemento fundamental en una novela, provocando el drama, el desequilibrio, los quiebres, las dudas, y logrando que los protagonistas avancen y retrocedan en sus acciones. Generalmente las mujeres que ocupan este rol en la historia, muchas veces complementan su maldad con una gran inteligencia, ambición, belleza y sensualidad, lo que termina opacando a sus pares.
Algunas buscan el amor; otras el dinero, la fama, el poder, o simplemente nacieron para hacer sufrir al resto. Rara vez tienen un papel protagónico (Ángel Malo, podría ser una de las excepciones), sin embargo, quedan en la memoria colectiva por mucho más tiempo que las «dulces» e «inocentes» protagonistas.
En 1981, Arturo Moya Grau nos sorprende con un hito en las teleseries chilenas: «La Madrastra«. A las 19.15 horas de un día miércoles comenzó aquella memorable historia de amor y suspenso que mantuvo a todo el país con el alma en un hilo. Tras las rejas de una cárcel extranjera, Marcia (Jael Ünger) lloraba sus penas por permanecer encerrada veinte años, acusada de un crimen que no cometió. Entre los posibles culpables, se encontraban su grupo de amigas, encarnadas por Marés González, Gloria Münchmeyer, Silvia Santelices y Nelly Meruane, personajes que, si bien es cierto, no mostraban una maldad evidente durante la novela, sí eran misteriosas y llena de secretos, que podrían sorprender al televidente de un momento a otro. Finalmente, fue Estrella (Gloria Münchmeyer) la asesina de la historia, en un capítulo que prácticamente paralizó a todo Chile.
Desde ese momento, las villanas se han transformado en el eje central de muchísimas telenovelas, convirtiéndose en personajes inolvidables y en algunos casos, «de culto». Revisemos algunas memorables.
Adriana Godán (Paulina García y Gloria Münchmeyer, en Los Títeres): El desprecio de su padre, Elías (Aníbal Reyna), por ser mujer, la llevó a demostrarle que se equivocaba. Cuando la familia pasó por una crisis económica, no dudó en provocar la muerte de su tío Constantino (Walter Kliche) y la huída a Ecuador de Artemisa (Claudia Di Girólamo), su prima, causándole un trauma que le duraría toda su vida. Veinte años después, al volver a Chile Artemisa para lograr sanar las heridas del pasado, Adriana mueve los hilos de la historia para encerrarla en un manicomio, practicarle una lobotomía y así apoderarse de la fortuna que ella construyó fuera de Chile.
Eliana Riesling (Francisca Castillo y Silvia Santelices, en A La Sombra Del Ángel): Típica niña mimada, carente de afecto por parte de sus padres, se aferra a la idea de conseguir el amor de Humberto (Remigio Remedy), pareja de su mejor amiga, Isabel (Nancy Paulsen), planeando un encuentro amoroso bastante inusual en los años 40. A medida que pasaban los años, fue la espina que molestó el amor de la pareja protagónica; y no conforme con eso, fue el principal obstáculo en el romance de su hijo Daniel (Alex Zissis) y Lucy (Coca Rudolphy), hija de Isabel, en la segunda y tercera parte de la novela.
Isabel Margarita Dublé (Claudia Burr, en Estúpido Cupido): Traviesa, seductora y muy maliciosa, esta joven estudiante del colegio de monjas intrigó durante toda la teleserie para separar a Aníbal (Álvaro Rudolphy) de la «cara de pájaro» Mónica Tagle (Carolina Fádic), mientras escuchábamos de fondo la pegajosa canción «Be Bop A Lula». Isabel Margarita siempre estuvo apoyada por su superficial madre, Luz Arlegui (Jael Unger), y a pesar que su padre, el alcalde (Luis Alarcón), trató de corregirla, Isabel Margarita lo detuvo amenazándolo con publicar su romance con su «lagartijita» (Anita Klesky).
Raquel Thompson (María Izquierdo, en Cerro Alegre): Es la primera empresaria en América Latina que toma el mando de una compañía naviera. Tratando siempre de cuidar el prestigio, mantiene secretos familiares que no permitirá que se publiquen. Su odio por Adriano Ferrer (Cristian Campos) la llevará a combatirlo con todas sus fuerzas. Es fría, manipuladora y muy inteligente.
Nina (Sonia Mena, en Marrón Glacé): Mujer rencorosa, que no duda en cambiar una antigua historia de amor ante su sobrino Octavio (Fernando Kliche), despertando en él una sed de venganza contra Cló (Gloria Münchmeyer) y utilizándolo como verdugo de su odio. Cuando siente que las actitudes de Octavio se le escapan de las manos, decide intervenir personalmente, provocando más de una tragedia.
Francisca García-Méndez (Ana María Gazmuri, en Ámame): Apoyada por su tía Regina (Maricarmen Arrigorriaga), planea casarse con Luciano Rivarosa (Bastián Bodenhöfer), y obtener con ello dinero y posición económica. Su insana obsesión, la llevan a intrigar contra el verdadero amor de Luciano, la joven Daniela (Ángela Contreras). Este personaje se recuerda por una excelente interpretación de la Gazmuri, que logró explotar en ataques de histeria y desesperación.
Thelma Bernard (Sonia Viveros, en La Torre 10): Mujer de frágil figura y fuerte de carácter, perversa, fría, ajena a cálidos sentimientos y calculadora sin escrúpulos. Thelma fue una mujer a la cual sólo le interesa el dinero y no se preocupaba en recurrir hasta a los más bajos recursos para conseguir su propósito.
Sarita Mellafe (Paulina Urrutia, en Fuera de Control): Considerado como el más crudo retrato del arribismo en nuestra sociedad. Sarita era capaz de manipular y manejar las vidas de todos sus conocidos. Odiaba a Silvana (Úrsula Achterberg) por el sólo hecho de ser distintas, y más aún, al enterarse que era su medio hermana. Planeó cuidadosamente junto a su partner, Axel Schumacher (Luciano Cruz Coke), una cruel broma contra Silvana, la cual dejaría huellas en todos los personajes de la novela.
Mercedes Jorquera (Delfina Guzmán, en Pampa Ilusión): Mujer de alta sociedad, con la apariencia de ser una real dama de la época. Mercedes logró que William Clark (Héctor Noguera), dueño de la salitrera, echara de su lado a Elisa, su mujer, junto a su pequeña recién nacida Inés (Claudia Di Girólamo), inventando un supuesto engaño. A medida que pasaban los años, se encargó de evitar cualquier contacto entre la pareja, hasta que Elisa, quien la consideraba su amiga, murió. Este suceso logra que Inés desee saber la verdad sobre su pasado y regrese a la salitrera, pensando que podía contar con la «amiga» de su madre; sin embargo, no tardaría en descubrir las verdaderas intenciones de Mercedes, quien promueve, junto a William, una cacería en su contra.
Cassandra García (María Elena Swett, en Brujas): Definida como «la ambiciosa», Cassandra era una profesional del servicio, cuya meta en la vida era ascender y ser millonaria. Para cumplir sus objetivos, era capaz de traicionar a sus compañeras de trabajo, conquistar a cualquiera de sus patrones, o aliarse con cualquiera de las dueñas de la empresa: Rebeca (Silvia Santelices) o Beatriz (Carolina Arregui), quien la consideraba sospechosa de haber asesinado a su esposo en una noche de pasión. Sin embargo, Cassandra tenía sentimientos y lo demostró al enamorarse de Dante (Jorge Zabaleta) y en el cariño que le demostraba a Manuel (Fernando Gómez Rovira), el joven autista que debía cuidar.
Agustina Santillán (Luz Valdivieso, en Floribella): Es la malvada y exagerada novia de Federico (Cristián Arriagada), con quien quiere casarse por su fortuna. Agustina no tiene idea que Florencia (Mariana Derderian) es su hermanastra, y le hace la vida imposible durante toda la novela.
Karla Ulloa (Paola Giannini, en Gatas y Tuercas): Manipuladora, ambiciosa y arribista, quien decide abandonar a Richard (Felipe Braun) para conquistar a Borja (Luciano Cruz Coke), quien le puede ofrecer un mejor futuro y convertirla en millonaria. Como anécdota, hay que destacar que Karla ni siquiera apareció en los afiches publicitarios, pero al correr de los capítulos, prácticamente se robó la historia opacando a todo el resto de personajes.
Romina Jara (Catherine Mazoyer, en Lola): Frágil y enamorada, creyó en las palabras de Lalo Padilla (Jorge Alberti), un mujeriego que le aseguró proyectarse junto a ella con la clásica frase: «veo el futuro en tus ojos». Romina, para darle una lección, recurre a la poderosa bruja Estrella (María Elena Duvauchelle) para que transforme el cuerpo del varonil Lalo en el de una mujer: Lola Padilla (Blanca Lewin). Lo peor de Romina, es que anteriormente también había transformado a su marido, Alfonso Salamanca (Tomás Vidiella), en mujer, haciéndolo pasar por muerto y quedándose con todos sus millones.
Leontina Aguirre (Bárbara Ruíz Tagle, en El Señor de la Querencia): La fiel ama de llaves de José Luis Echeñique (Julio Milostich), quien por amor y lealtad a su patrón, es capaz de cometer las peores fechorías, además de humillar a la servidumbre y a la propia Leonor (Sigrid Alegría), la dueña de casa. Su mayor dolor era justamente la indiferencia de José Luis, y será él el responsable de hacerla pagar por su maldad.