Fue el pasado 5 de octubre cuando la actual Reina de Viña ingresó al área psiquiátrica de la Clínica de la Universidad Católica tras haber protagonizado una crisis de pánico arriba de un avión. Ayer, tras más de un mes internada le dieron el alta y se fue a su casa.
«Estoy bien, pero no puedo hablar más», eran sus escuetas palabras al ser consultada por su estado de salud por el diario LUN.
La modelo se ha mantenido al margen de todo, pese a que su madre insiste en que ella está bien. No tiene acceso a su celular y a sus redes sociales tampoco. Solo hace algunos días subió una imagen a su cuenta de Instagram de zumba, disciplina de la que es instructora y la de una pequeña bebé a la que señaló como «mi sol, mi vida, mi ser».