Desde su salto a la fama en 2016, Bad Bunny se ha convertido en una de las figuras más importantes de la escena del reguetón y, a estas alturas, en un hombre muy adinerado gracias a todas las actividades que conlleva su carrera: lanzamiento de sencillos y discos, colaboraciones con otros artistas y presentaciones masivas, en TV o en las galas de los premios más relevantes.
Otra fuente de ingresos ha sido su participación en negocios paralelos a la música. Por ejemplo, una última incursión en el mundo de la moda a través de una colección de zuecos para la marca Crocs, la que resultó tremendamente exitosa ya que el stock se agotó en cuestión de minutos.
Con estos antecedentes, varios medios se han preguntado cuánto dinero habrá ganado el puertorriqueño desde en los cinco años que han pasado desde su irrupción como uno de los principales exponentes de la música urbana.
Sin embargo, al parecer no sabe realmente a cuánto asciende su fortuna y a falta de información oficial han sido algunos portales los que han hecho sus propios cálculos, señalando que hasta finales de 2020 (año en que publicó tres discos) Bad Bunny sumaba ganancias en torno a ocho millones de dólares, y que apenas seis meses después ya las habría duplicado y actualmente poseería un patrimonio cercano a los 16 millones de la moneda estadounidense.
Pero él no podría decir si estas cifras son correctas o al menos se acercan a la realidad. Así lo confesó en una reciente entrevista con la revista Billboard, en la cual aseguró que nunca ha mostrado interés por conocer el monto exacto del patrimonio que le han generado sus aventuras artísticas y en emprendimientos.
“Así es como funciono. No estoy pendiente de los números o de cuánto dinero estoy ganando”, señaló sobre la situación de sus finanzas.
Tanto así es, que ni siquiera está al corriente de los ingresos que le reportará su labor como compositor y productor del nuevo disco de su compatriota Tommy Torres, “El Playlist de Anoche”: “La verdad es que lo hice y ni siquiera pregunté cuánto me iban a pagar”,agregó.
Bad Bunny se involucró en este proyecto simplemente porque quería. “Me hizo sentir realizado”, sentenció.