Ayer, Birdman acaparó cuatro premios Oscar de las seis nominaciones que tenía. Varios medios calificaron de que la cinta de Iñárritu aplastó a la favorita, «Boyhood» la que solo se llevó el premio a Mejor Actriz de Reparto por el rol de Patricia Arquette. Sin embargo, recogimos tres críticas de los medios chilenos para saber por qué esta cinta fue elegida como la mejor del año según la Academia y esto fue lo que nos encontramos.
«Reconocido el talento de González Iñárritu como director, es en “Birdman” donde alcanza su máximo esplendor como guionista, orquestando una sinfonía de ritmo frenético, con un relato detallado en fantasía y un sinnúmero de elementos técnicos en la narrativa, siendo fundamental las mágicas transiciones del paso del tiempo a modo de elipsis, que en un ejercicio similar a lo realizado por Richard Linklater en “Boyhood”, consigue dar explicación a lo que vemos al minuto siguiente, dándonos trama y contexto, sin la necesidad de habernos explicado nada, entendido como una estructura narrativa continua, en este caso perfecta, con imponentes saltos de tiempo», Wladimyr Valdivia W., Elotrocine.cl
«Birdman representa el trabajo más satírico que ha realizado hasta la fecha Alejandro González Iñárritu, director que nos tenía acostumbrados a dramas y penurias existencialistas en obras como Babel y Biutiful. Si bien esta no es una comedia propiamente dicha, sí es más liviana que sus predecesoras y hasta presenta algunos alivios cómicos de la mano de personajes como Jake (Zach Galifianakis) o Mike, a cargo de un estupendo Edward Norton, que interpreta a un insufrible actor de método (…) Birdman es un divertimento en el área. Demostrando ingenio y osadía, aunque a ratos también un poco de tedio, nos enfrentamos a una cámara que literal y metafóricamente vuela por los pasillos del teatro y las calles de Nueva York, siguiendo a sus personajes y escrutándolos en sus acciones», René Martin, La Tercera.
«Este es un cineasta de grandes ideas y grandes ejecuciones, como las de Babel o Biutiful, casi siempre en torno a la deprivación y la pérdida. Está muy lejos de cualquier minimalismo y Birdman transmite a lo grande esa visión del desvarío, el vértigo y la futilidad que cineastas como Scorsese, Cronenberg o Cuarón también identifican con la modernidad. Pero el material de base, la crisis del artista, ¿da para tanto? No es el primer caso de una película cuyas ambiciones superan a su material y que, a pesar de eso, conserva el espíritu del desafío. Hay que verla», Ascanio Cavallo, El Mercurio.